Es una luchadora en toda la extensión de la palabra, porque lo ha hecho dentro del terrero y fuera de él, superando golpes duros, pero no tantos como los dos que súbitamente le han golpeado recientemente. El 5 de abril le diagnosticaron un cáncer de cuello de útero, en estado avanzado, y días después le llegó una orden de desahucio de una casa que habita desde hace tres años cuando se la cedió una tía suya en El Escobonal.
Texeneri García Díaz, su marido y sus tres hijos, luchadores también -a quienes no les comunicó la enfermedad hasta terminar las competiciones de infantiles de lucha-, esperan la primera cita para empezar el tratamiento contra esa enfermedad, mientras que desisten en luchar por seguir en la vivienda cuando tienen 15 días para que se produzca el desahucio, aunque la empresa Desokupa les ha venido amenazando para que la abandonen ya.
“La casa era de una tía mía que la puso en alquiler social, pero el banco la vendió a un particular y ahora la reclama, todo ello sin que nadie supiera nada”, indica con amargura Texeneri, quien se puso en contacto con Servicios Sociales del Ayuntamiento de Güímar, pero la única respuesta que recibió es que “mi padre, que tiene una casa, pidiera una ayuda municipal para arreglarla, porque el Ayuntamiento no tiene viviendas”. No recibe tampoco ninguna ayuda al alquiler, más allá de la paga de PCI que tiene al estar en la actualidad en paro.
La única asistencia que ha percibido, quien es directiva de la Federación Tinerfeña de Lucha Canaria, es la de sus compañeros de junta y de toda la lucha, que, como explica, “me han hecho bizum y están organizando una luchada benéfica para ayudarme”, gracias al empuje del presidente Jeremías Hernández, que, “ahora, más que mi presidente, es mi amigo”, señaló. Tanto es así que esa ayuda se ha significado esta semana en la puesta a disposición de la familia de una vivienda en La Cuesta, gracias a la cesión de alguien de la lucha que “prefiere mantenerse en el anonimato”.
Jeremías Hernández, presidente de la Federación Tinerfeña de Lucha Canaria, comentaba en redes sociales que “una gran amiga y compañera de junta directiva está pasando por una situación personal y de salud muy preocupante. Tristeza es lo que todos sentimos en su momento y, a su vez, un acto reflejo de fuerza y apoyo hacia ella, porque queremos y creemos, es más, confiamos plenamente en la medicina y en que lo va a superar y en ello ya está. Es una luchadora y una guerrera”.
Además, indicó que “la situación es muy grave, que le supera, por mucho que toque en las puertas, las mismas se le cierran y los días pasan y no la vamos a dejar sola ni tirada en la calle con su familia. Desde aquí hago un llamamiento a la cordura y empatía de su Ayuntamiento y de todas las personas que la podamos ayudar. Haremos lo posible para que no abandones y decaigas en la tristeza y el desánimo”.
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