El domingo pasado, una mujer de 49 años falleció atragantada mientras comía un bocadillo de calamares en la localidad de Colmenarejo, en Madrid. Según informó la Guardia Civil, el incidente ocurrió en la terraza de un bar en la calle Constitución.
El aviso al servicio de emergencias 112 se recibió minutos antes de las 11 de la mañana. Los primeros en atender a la mujer fueron miembros de la Guardia Civil, la Policía Local y Protección Civil.
Cuando los servicios médicos llegaron al lugar, encontraron a la mujer en paro cardiorrespiratorio. A pesar de los intentos de reanimación durante 20 minutos, los médicos solo pudieron confirmar su fallecimiento.
La mujer residía en un centro para personas con discapacidad intelectual y estaba desayunando con varios familiares que habían acudido al municipio para compartir ese momento con ella. En un determinado momento, la mujer empezó a sentir malestar y sufrió convulsiones. Los agentes de la policía actuaron rápidamente ya que estaban desplegados en el área debido a las elecciones que se celebraban ese día. Intentaron realizarle la maniobra de Heimlich sin éxito, mientras esperaban la llegada de la ambulancia.
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