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El caso de Heide Fittkau: la secta que organizó un suicidio colectivo en Tenerife

Su historia sigue sobrecogiendo al conocer algunos detalles pero: ¿realmente era esa la intención de los adeptos?
El caso de Heide Fittkau: la secta que organizó un suicidio colectivo en Tenerife

Era 8 de enero de 1998: el día elegido. Heide Fittkau-Garthe, una psicóloga alemana de 56 años, líder de la secta Orden del Templo Solar, tenía todo preparado para llevar a cabo un suicidio colectivo en Tenerife, concretamente en el Parque Nacional del Teide. Serían 33 personas, cinco de ellas niños. Era su modo de salvación ante un mundo en decadencia. La Isla se convulsionó al conocer la historia. Pero: ¿qué pasó realmente en aquellas horas frenéticas en las que la Policía Nacional se vio ante una situación casi desconocida?

Heide Fittkau-Garthe aterriza en Tenerife desde Alemania porque sus padres tenían propiedades en la isla. En uno de sus viajes desde Hamburgo decide fundar su propia secta tras haber militado en Brahma Kumaris. Ser doctora en psicología le facilitó las cosas, creando una doctrina en la que mezclaba creencias pseudo religiosas con determinadas prácticas sexuales.

Félix Ríos, criminólogo, divulgador y ponente de la I Jornada de Crónica Negra de Tenerife, celebradas en La Laguna, sitúa el 5 de enero de 1998 el momento en el que todo se precipitó: “Dos hijas de una adepta a la secta de Heide Fittkau hacen saltar la voz de alarma de que podía llevarse a cabo un suicidio ritual en el Teide por parte de todos los adeptos el día 8, porque, para ella, el 8 era un número sagrado. Todos iban a ser transportados a una nave porque en la tierra habría un cataclismo”.

Bajo la promesa de ser “salvados”’ Fittkau logra convencer a los adeptos mientras agentes de la Policía Nacional trabajan contrarreloj. Uno de los problemas es que nunca antes se habían enfrentado a algo similar: “En años anteriores se habían llevado a cabo dos suicidios importantes, el de la secta del Templo Solar y de Heaven’s Gate, en Estados Unidos. Lo que se piensa era la alarma social que se podía producir, más en un momento en el que la imagen exterior, por el turismo, era tan importante para las autoridades”.

¿Qué puede hacer la policía?

Pero todo aquello tenía un problema importante: ¿cómo detener a casi 30 personas por el temor de que se suiciden? “Hubo momentos delirantes porque es cierto que, tras liberarlos una vez detenidos, todos se fueron a un chalet en Arafo y la madre de uno de los adeptos avisó desde Alemania por miedo a que siguieran adelante con el plan”, señala Ríos.

Según recogió el diario El País, uno de los agentes de la policía que participó en la operación señaló que todo estaba “perfectamente preparado” sin dejar “nada a la improvisación”. Vestían túnicas, iban descalzos y escuchaban “de manera muy suave” música: “No solo estaban los cochoes de Heide Fittkau, sino otros de alquiler, con los que pretendían ir al Teide”.

Por contra, Pepe Rodríguez, experto en sectas a nivel nacional, ha reiterado que la intención del grupo nunca fue la de llevar a cabo un suicidio real, lo que contradice la versión de los agentes.

Heide Fittkau-Garthe fue investigada, aunque no entraría en prisión tras un largo proceso en el que fue absuelta. Nunca se pudo probar que aquellas personas, guiadas por su líder, fueran realmente a suicidarse, dejando atrás una historia de la que quedan muchos capítulos por contar, demasiadas dudas y, sobre todo, que sigue sobrecogiendo al conocer algunos de sus detalles.

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