tribuna

Lo de Úrsula

Este hombre ha venido sin ideas, solo a desmontar el gobierno de su país”. Esta es la frase atribuida a Úrsula von der Leyen, refiriéndose a Feijóo, que la defensora del lector de El País, Soledad Alcalde, explica hoy que ha sido retirada de un articulo de opinión. El autor, el periodista Xavier Vidal Folch, dice que su fuente, aunque no la nombra, es absolutamente fiable y además un destacado miembro de la Comisión. Pongamos que en la situación de alta virulencia por la que atraviesa la campaña electoral la buena fe de un informador debería ser puesta en cuarentena. No está el horno para suponer que el contenido de estas afirmaciones, por parte de una señora que probablemente dentro de unos días tenga que convivir con la persona a la que supuestamente alude en las tareas de máxima representación de la UE, y que además es de su mismo partido, sean algo sin importancia, máxime cuando se han escuchado cosas parecidas desde la Moncloa en los últimos tiempos. Von der Leyen debe estar informada de lo que ocurre en España y de las declaraciones de sus políticos en la prensa; sin embargo, durante mucho tiempo ha dejado que se cree un ambiente que va más allá de las simpatías normales entre colegas que se deben obligatoriamente al respeto y a las buenas relaciones. El asunto ha pasado sin pena ni gloria. Pepa Bueno ha aplicado el código ético, como si fuera una errata de su periódico, y aquí paz y en el cielo gloria. La declaración de la presidenta de la Comisión va en concordancia con el argumentario socialista para calificar al líder de la oposición, ahora principal candidato a la presidencia del Gobierno. Parece demasiada coincidencia para no sospechar que el informante se la ha sacado de la manga (o de contexto) de forma interesada. En el periódico se han dado cuenta de que esto era una bomba de relojería y, aunque tarde, han corrido a su rectificación después del desmentido. La intencionalidad demoledora de la frase está en la oportunidad que no ha desperdiciado el presidente del Senado, Ander Gil, para colgarla en su página de twiter. En este cruce de acusaciones mentirosas en que se ha convertido la campaña no parecía recomendable llegar tan lejos. La prensa no amiga, esa a la que Sánchez acusa de acosarle, ha mordido en la presa y no la soltará tan fácilmente. Estamos a dos días de la jornada de reflexión y esto va en aumento. Si unos acusan de manipulación los otros responden con el calificativo de trumpistas para descalificar a quienes les atacan. Todo ello dentro de lo normal en un enfrentamiento a cara de perro donde les va la vida. Esperemos que la cosa acabe aquí y no vaya a más. Esta legislatura comenzó de forma dramática y finalizará de la misma manera. Al presidente lo han llamado okupa e ilegítimo y eso es falso y, por tanto, condenable. Debe estar muy mal asesorado por Óscar López, o quien sea, porque en el debate solo parecía afectarle que le dijeran ¡qué te vote Txapote! Este ha sido uno de sus muchos errores: usar la voz del contrario para multiplicarla con el altavoz propio. En los partidos suele haber consejeros torpes que, intentando hacer un favor provocan una catástrofe. Es el caso de este anónimo informante que deslizó las palabras desafortunadas de la señora von der Leyen, o del imbécil que le filtró a Feijöo el dato de las pensiones. Caseros hay en todas partes.

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