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Luján González: “El futuro de la democracia en Ecuador está en manos de periodistas valientes”

La prorrectora de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) impartió un ciclo de conferencias en la ULL sobre ciberperiodismo y el rol del periodismo de investigación en entornos de violencia y corrupción
Luján González, periodista y prorrectora de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador
Luján González, periodista y prorrectora de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador. / Tony Cuadrado

El pasado 9 de agosto Fernando Villavicencio, el candidato a la presidencia de Ecuador por el Movimiento Construye fue asesinado con tres disparos en la cabeza tras la finalización de un mitin electoral en Quito. Antiguo sindicalista y reconocido periodista de investigación, fue también un luchador incansable contra la corrupción y las mafias e incluso llegó a denunciar sus conexiones políticas.

Sin embargo, no fue el único político asesinado. El 23 de julio murió tiroteado el alcalde de Manta, Agustín Intriago, y el 17 del mismo mes, Rínder Sánchez, candidato a la Asamblea Nacional (Parlamento) por Esmeraldas, una de las zonas más violentas no solo del país sino también de América Latina. Los tres tenían el mismo objetivo: luchar contra la violencia y quienes la promueven en un país que ha pasado de ser un lugar de tránsito para los narcotraficantes a convertirse en un punto estratégico de distribución de droga en América Latina por su posición geopolítica.

Lo cierto es que el crimen de Fernando Villavicencio ha puesto en el foco mediático a la nación andina, que se enfrenta el domingo 15 de octubre a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en medio de una ola de crímenes e inseguridad.

La prorrectora de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), con sede Santo Domingo, María Luján González Portela, estuvo esta semana en la Universidad de La Laguna (ULL). Invitada por la docente de Ciencias de la Información María Gabino, impartió un ciclo de conferencias sobre ciberperiodismo y el rol del periodismo de investigación en entornos de violencia y corrupción, en el que además, participaron periodistas destacados de Ecuador y México, en conjunto con profesores y estudiantes de la ULL.

Además, González Portela es Licenciada y Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, trabajó en el diario ABC, fue jefe de prensa de la Fundación Fernando Riello, en Madrid y ha sido directora de comunicación (Dircom) del Instituto Idente ante la Santa Sede.

-Desde hace 25 años vive en Ecuador ¿Por qué eligió irse a este país?
“Soy miembro de una comunidad religiosa que tuvo su origen en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, Misioneras y Misioneros Idente, fundada en 1959 por Fernando Rielo Pardal y trabaja en el ámbito universitario. Me ofrecieron irme a Ecuador y lo acepté porque estaba empezando una escuela de periodismo en la ciudad de Ibarra, a dos horas de frontera con Colombia donde mi institución, en convenio con los jesuitas, administra la universidad. Allí estuve ocho años, luego me fui a la Universidad Técnica Particular de Loja, trabajé cuatro años en Italia para la prensa vaticana hasta que me propusieron volver a Ecuador para dirigir como prorrectora el campus de la PUCE Santo Domingo”.

-Santo Domingo de los Tsáchilas una región conflictiva por la inseguridad derivada de las bandas criminales y de narcotraficantes. ¿Cómo es la vida allí?
“Se vive con una enorme zozobra y con un enorme miedo. La gente está totalmente atemorizada porque hay muchos secuestros y mucha vacuna (extorsión o impuesto revolucionario) porque te chantajean y para garantizar tu integridad tienes que pagar”.

-¿Esa es la realidad de cualquier ciudadano o hay grupos como los grandes empresarios, que están más expuestos?
“Efectivamente, pero no hace falta ser un gran empresario para ser víctima de la vacuna. Llegan a distintos niveles en los que las empresas son las más apetecibles. Es verdad que en Santo Domingo no estamos a nivel de criminalidad de Guayaquil o de Esmeraldas, dos ciudades muy violentas, pero vamos en camino. Es un momento muy difícil en el que estas bandas de narcotraficantes están adquiriendo cada vez más poder. El ejemplo es cómo tienen dominadas las cárceles. Tenemos la esperanza, porque aunque Daniel Zurita, el candidato que sustituyó a Villavicencio no pasó a segunda vuelta, el Movimiento Construye es la segunda fuerza legislativa del país. Eso supone que habrá un contrapeso al partido Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa, y una pluralidad política con agrupaciones que están muy comprometidas en la lucha contra el narcotráfico”.

-¿Considera que Rafael Correa el principal responsable de la situación actual del país?
“No lo podría afirmar. Creo que se han unido muchos factores, que la situación que vive Ecuador ha sido largamente desarrollada. Durante el gobierno de Rafael Correa se tomaron ciertas decisiones, como desmantelar la base de Manta (utilizada por Estados Unidos para controlar el tráfico de droga en la región) que respondió a una nueva visión reflejada en la constitución de fortalecer la soberanía del país, pero que luego tuvo sus consecuencias que no todo el mundo, ni siquiera el propio régimen de ese momento, pudo avizorar lo que iba a ocurrir. En su periodo sí se tomaron decisiones que debilitaron todo el sistema de vigilancia contra el narcotráfico y de alguna manera, aunque no se quisiera, favoreció la operación y que entrasen por las fronteras del país representantes de bandas delictivas, no solo de México y Colombia sino de otros lugares del mundo”.

-El 15 de octubre los ecuatorianos tienen nuevamente una cita con las urnas. ¿Hay esperanza de cambio en un país amenazado por la violencia derivada del narcotráfico?
“El país está caminando hacia un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas para dar un giro a la situación tan dura y tan compleja, que es el poder de las grandes bandas de narcotraficantes que tienen atemorizada a toda la población. Pienso que hay esperanza de un gran acuerdo nacional en el que se superen diferencias y afanes de protagonismo y se sumen voluntades que permitan tomar decisiones y poner las condiciones para que de verdad empiece a lucharse contra el enorme poder que ahora mismo tienen las mafias de narcotraficantes”.

-¿A Fernando Villavicencio lo mataron por sus promesas políticas de luchar contra la corrupción y el crimen organizado o por sus investigaciones periodísticas?
“Probablemente por ambas cosas, porque tenía una larga trayectoria de investigación de distintos focos de corrupción muy fuertes en el país y cuando dio el salto a la política, como presidente de la Comisión de Fiscalización y Control Político, tuvo un papel muy destacado aunque también criticado y cuestionado, porque se le acusó de estar protegiendo al presidente, Guillermo Lasso, acusado de presuntos casos de corrupción, aunque no ha sido demostrado. Lo cierto es que toda su trayectoria como periodista de investigación ha sido muy notoria y notable. Ha destapado focos de corrupción de enorme calado y sus investigaciones sirvieron de base para llevar a juicio al propio Correa y por los que se encuentra prófugo en Bélgica. Y como político, abiertamente su mensaje principal de campaña era luchar contra las mafias de todo tipo, no solo las del narcotráfico, sino también políticas y por ambas cosas, era un blanco muy claro de esas mafias”.

-Usted es prorrectora de una facultad de periodismo. ¿Qué expectativas tiene esta profesión en Ecuador?
“Creo que nunca como antes el futuro de una democracia como la ecuatoriana está en manos de periodistas valientes que estén dispuestos a ponerse al servicio de la lucha contra la corrupción y el narcotráfico. En estos momentos, el periodismo tiene un papel histórico y no es casualidad que el candidato presidencial que tenía unas expectativas muy buenas y que abanderó la lucha contra la corrupción y denunció la situación que vive actualmente el país, era un periodista de investigación. Tampoco que su sucesor en la candidatura sea Christian Zurita, su gran amigo y colega de trabajo durante muchos años, que no es político pero que se ha metido en política por fidelidad y compromiso. Hoy por hoy, en Ecuador el periodismo está asumiendo un rol protagónico como nunca y quizás como en ningún otro país”.

-España no es Ecuador, ¿pero hay muchas trincheras en este país por abatir desde el periodismo?
“Aunque no sea un país que está totalmente conmocionado y agitado por una conflictividad como la de otros países, hay muchas batallas que librar por parte de los periodistas, porque la batalla por la verdad se da en todos los entornos. Y lograr destapar la corrupción de las administraciones públicas por pequeñas que sean es fundamental para que logremos que la vida política sea limpia, transparente, y para que también se puedan denunciar todos esos tejes y manejes del poder que no solo se aprovechan de los fondos públicos sino que además, no defienden los intereses de una región o del país en general. El periodismo es más necesario que nunca y tiene multitud de frentes desde los cuales tiene que defender la paz, la concordia y un desarrollo humano integral. Si hablamos de la ecología, por ejemplo, tiene que haber un periodismo dispuesto a denunciar ese desarrollismo salvaje a costa de la depredación de los ecosistemas que además está hipotecando el futuro de la gente y del planeta”.

-¿Qué radiografía hace del periodismo en España?
“Creo que hay una gran escuela de periodistas, hay un periodismo de muy alta calidad pero que está sucumbiendo a los intereses del mercado y a la banalización, al amarillismo y hay mucha cesión de eso y se necesita por seguir apostando por la calidad, por un periodismo duro que no se de tanto a los intereses comerciales”.

-Usted trabajó en una época en la que la banda terrorista ETA amenazaba a los profesionales de la comunicación. ¿Pasó miedo ejerciendo la profesión?
“He pasado miedo, no porque era periodista, sino porque como misionera daba catequesis en una parroquia que estaba ubicada debajo del puente de Segovia que era una zona de viviendas militares, cerca de donde ocurrió el atentado de la banda terrorista contra Irene Villa. He llegado a ponerme debajo del coche para ver si había algo”.

-¿Cree que el pontificado del Papa Francisco supondrá un cambio de rumbo de la iglesia católica?
“Sí, estoy totalmente convencida de que Jorge Bergoglio es la persona que la iglesia y el mundo necesitaban, que su lenguaje, su carisma y su capacidad de diálogo y de tender puentes le están haciendo llegar a grandes sectores de la población a los que hasta el momento estaba siendo difícil hacerlo a pesar de los grandes logros de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Además, su sensibilización ante los graves problemas del mundo actual hacen que sea la persona idónea para ser un actor internacional de primer orden para lograr el consenso de las grandes fuerzas y resolver los grandes problemas de la humanidad. La Laudato Si es una demostración de ello, es un grito a favor del futuro de la humanidad y la Fratelli Tutti también es un documento que llama a un verdadero pacto mundial por una civilización de la paz, del diálogo y de un desarrollo con cara humana. Es el hombre que no solo la iglesia sino el mundo actual necesitaba y lo está demostrando. Es una persona de una humildad impresionante, de un nivel intelectual privilegiado, pero con un estilo llano, porque quiere hacerse entender no solo por las mentes más privilegiadas sino también por las personas más sencillas. Este papa es un revolucionario”.

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