tribuna

Luna llena (de mierda)

Un profesor de astronomía de la Universidad de California, de nombre Chris Impery, ha advertido de que estamos convirtiendo a la luna en un muladar. Se han encontrado toneladas de basura: banderas, botas y hasta pelotas de golf. Sabía de pelotas de beisbol lanzadas hacia el sol, pero lo de bolas de golf en la luna me resulta nuevo y sorprendente. Ahora que hemos llegado a la cara oculta, quizá nos encontraremos allí con muchas sorpresas: descubriremos por fin quién mató a Kennedy y sabremos qué fue realmente de la hija de Al Bano. Si en lo que se ve hay 200 toneladas de residuos, no te quiero contar lo que pasa en lo que no se ve. Sinceramente, 200 toneladas me parecen muchas toneladas para ser transportadas hasta allí arriba. Ya me había conformado con las 16 toneladas de la canción y me resultaban demasiadas para Tennessee Henry Ford. En fin, que ahora montaremos una ONG para salvar a la luna de tanto desaprensivo y dejaremos a los hindúes sin agua, que pretendían conectarse con unas mangueras espaciales para traerla hasta la Tierra, en lugar de limpiar el Ganges, que lo tienen hecho un asquito. Pero esto son cosas de los Hare Krishnas, según parece, que lo invaden todo con sus cánticos monótonos y sus túnicas color azafrán. También abundan en California, y no me extraña nada que, de vez en cuando, le vayan a dar serenatas a ese profesor que parece ignorar que Tito Abreu era capaz de llegar a la luna con su poderoso drive. Cada día me escandalizo más con la falta de respeto con el planeta. Estos humanos son un verdadero desastre, no contentos con crear islas de basura en los océanos, han decidido llenar de mierda a nuestro querido satélite. Ahora va a ser verdad que se quiebra bajo la tiniebla de mi soledad. Qué va a ser de los poetas con una luna llena, o cuarto menguante, qué más da, repleta de pelotas de golf. ¿A nadie se le ha ocurrido pensar en que, con tantos hoyos como tiene, eso nos tendría que parecer normal? Quizá algunos empresarios desaprensivos y especulador estén pensando en instalar campos de este deporte allá arriba después de las trabas que les ponen los ecologistas para hacerlo aquí abajo. No sé, todo esto me tiene muy confuso. Y yo que tenía pensado mudarme hasta allí, cuando fundaran la primera colonia, huyendo de la estupidez que nos asola, aunque me llamaran lunático… Pero va a ser que no, que ya están también allí, que no queda un rincón en el universo en el que me pueda esconder y aislar de tanta estupidez. El problema consiste en que la Universidad se nos ha llenado de expertos, de idiotas, de profetas y alarmistas que nos lo tienen todo patas arriba. Con lo demás pasa igual, y ya no sabe uno a dónde ir. El otro día me encontré con un amigo escritor en la calle. Me dijo que se fue de su casa porque su mujer le había dicho que la tenía llena de libros, y que, si ya los había leído, para qué los quería, que acumulaban mucho polvo y ácaros y ella era la que tenía que limpiar. Es normal. Le dije que no arruinara su matrimonio por eso, que lo mejor era que se pusiera de acuerdo con la NASA, los metiera en un contenedor y los mandara a la luna, que ahora estamos enviando allí a todo lo que no sirve para nada. No sé si me va a hacer caso.

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