Todo parece indicar que entre las nuevas funciones del nuevo portavoz del Gobierno de Canarias está la de ejercer a tiempo parcial como regidor de televisión. Para los no iniciados en la industria audiovisual, el regidor es quien marca el comienzo y final de un programa a grito pelado en plató, el que manda callar a los presentadores o simplemente el que solicita el aplauso impostado del público.
ALFONSO CABELLO es también el nuevo motorista de la Televisión Canaria. El que porta el telegrama de CLAVIJO. Cabalgando su vespino oficial, en Gran Canaria ya ha repartido las cestas de navidad, que este año se han adelantado unos meses en el Sebadal y en la Avenida Marítima de Las Palmas. También ha parado por los aposentos de un afortunado y guapito aprendiz de brujo metido ahora a productor de grandes formatos. Presume también el nuevo SPIELBERG majorero de que le ha tocado el gordo.
En el polígono del Goro parece que al motorista le ordenaron dejar solo una caja destemplada junto al telegrama (al enanito le han cogido bien la matrícula esta vez). En Tenerife, el reparto se está cocinando. Hay que pagar algunos favores a teles locales amigas, a cómicos, presentadores folclóricos con tupé, a algún malogrado profesional del prime-time insular, a presentadores de radio y a pocos más. Al fin y al cabo, en Nivaria, solo migajas. Ahora, la nueva meca del entretenimiento y la producción parece que se va a concentrar en Gran Canaria.
¿Una televisión pública canariona? Estaremos atentos para que ustedes tengan cumplida información de las andanzas del motorista. Tenemos acceso al GPS de su vespa cargadita de millones. ¡Ay, ALFONSO!, con lo bien que estabas tú en ese Ayuntamiento de Santa Cruz…
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