Para vivir noches como la de hoy la directiva del CD Tenerife firmó a Ángel, que resolvió el partido en apenas tres partidos. Ese fue el tiempo que tardó en anotar el 1-0, de penalti, y el 2-0 al culminar con maestría un contragolpe. El punta canterano marcó los goles de un equipo que volvió a demostrar que sabe reaccionar después de una derrota. Siempre gana después de perder, como hizo ante Zaragoza, Sporting y Eibar. Con esta nueva victoria, los de Asier Garitano duermen en puestos de ascenso directo, segundos, aunque es verdad que con toda la jornada por disputarse.
Los primeros minutos del duelo tuvieron como protagonista al equipo rival, pero muy pronto despertó el ‘Tete’, que empezó a acumular aproximaciones no demasiadas peligrosas para la meta cántabra.
A los cinco minutos, lo intentó Álex Corredera desde fuera del área, marchándose el balón muy arriba. Poco después, Mellot sirvió un pase que Waldo remató por fuera de la meta defendida por Ezkieta (12).
A pesar del dominio de la situación, no llegaban los atacantes locales con claridad al portal contrario. Al borde de la primera media hora de juego, Roberto López lanzó desde el pico del área, nuevamente sin puntería. En el 34, Waldo golpeó de manera violenta para obligar a Ezkieta a desviar abajo el esférico. Buena ocasión para un Tenerife que con el paso de los minutos fue perdiendo fuelle.
En los últimos minutos del primer acto, acusó la falta de movilidad de sus hombres de ataque. Los centrales del equipo racinguista amarraron en corto a Enric, muy vigilado en todo momento.
El CD Tenerife reanudó el partido con ánimos renovados y muy pronto dispuso de su primera opción de marcar. Roberto López a la media vuelta probó fortuna en el 46.
A continuación se produjo una jugada que resultaría determinante para el encuentro. Enric Gallego se lesionó en una jugada en la que Rubén Alves fue el otro protagonista de la acción. Se hizo el silencio en el Heliodoro, cuando Gallego cae desplomado. El delantero catalán intentó seguir en el partido, pero no pudo y tuvo que ser relevado por el tinerfeño Ángel en el minuto 54.
Muy pronto se activó el veterano punta de Geneto, que fue indiscutible protagonista del 1-0.
Inicio un veloz contragolpe en el que asistió en largo a Luismi, que corría en paralelo suyo. El atacante andaluz se plantó en el área racinguista, pero antes de rematar fue derribado por Sangalli. Penalti que el colegiado no tuvo dudas de señalar, además de amonestar con amarilla al jugador visitante.
Ángel pidió la pelota, ávido de marcar su primer gol con la camiseta blanquiazul. Desde los 11 metros, el ariete canterano demostró una calidad extraordinaria en la ejecución de las penas máximas. Con una parsimonia pasmosa, aguantó todo y más hasta que Ezkieta se venció a la izquierda. El balón entró por el medio de la portería para que Ángel festejase su primera diama tras su regreso a la Isla.
Y el segundo no tardó en llegar. Los locales sentenciaron a su rival pocos minutos después, nuevamente mediante otro contragolpe.
Esta vez fue Roberto López el que vio la posición de Ángel y le puso un balón larguísimo. El delantero le pilló la espalda a los centrales rivales para empezar a correr en dirección a la meta cántabra. Ya delante de Ezkieta, se fue escorando a la izquierda para acabar definiendo con una clase y calidad extraordinaria. 2-0, los dos de Ángel y el partido parecía totalmente sentenciado.
Efectivamente, los siguientes minutos fueron de tranquilidad para los de Asier Garitano, que volvió a mover su banquillo en el minuto 71. Refrescó las bandas con la llegada de Teto y de Mo Dauda. Se fueron del rectángulo de juego Waldo y Luismi, este último probablemente lesionado.
En el 80, Bodiger le dio el relevo a un Roberto López que ayer sirvió su quinta asistencia de la temporada.
En el último cuarto de hora, más los nueve minutos que añadió el colegiado, apenas se jugó a nada, por lo que el Tenerife certificó un nuevo triunfo ante su entregado público.