Los tres puntos fueron para el más necesitado. El Amorebieta, en peligro de descenso, se llevó el triunfo del Heliodoro Rodríguez López ante un Tenerife que no ofreció una mala versión, pero fue castigado por una pena máxima de esas modernas que llegó justo al inicio de la segunda mitad. Los de Asier Garitano no merecieron caer derrotados y tuvieron una excelente ocasión de nivelar la contienda en el descuento con un remate de Roberto López al palo.
CD Tenerife y SD Amorebieta protagonizaron una primera parte entretenida con los locales sin jugarse nada más que el honor y el dinero y los visitantes acechados por el descenso de categoría.
El cuadro de Asier Garitano, que presentó novedades en su once colocando a Tomeu Nadal bajo los palos, a Bodiger en el pivote junto a Aitor Sanz y repitiendo con Enric Gallego y Ángel en la punta del ataque salió con alegría, ya sin estar sujeto a obligaciones clasificatorias y con un Heliodoro que registró la peor entrada de la campaña.
Pronto tardó en avisar de sus intenciones el cuadro blanquiazul. Lo hizo a los 15 segundos con un tiro desviado de Aitor. Sin embargo, el Amorebieta tuvo la suya a los dos minutos tras un remate a la cruceta del ex blanquiazul Lasure desde lejos.
Tras el susto el Tenerife siguió jugando suelto y Luismi y Ángel fabricaron una bonita jugada que no tuvo remate y luego, a los siete minutos fue Teto el que remató cruzado obligando al portero visitante a realizar una meritoria intervención.
En apenas ocho minutos se había visto tanto fútbol y tanto dinamismo como en la mayoría de partidos del cuadro tinerfeño esta temporada aunque tras esa franja el ritmo no aflojó pero las ocasiones sí.
El Amorebieta empezó a manejar mejor el balón y hubo que esperar hasta el minuto 22 para ver otra opción de gol tras un centro de Buñuel al que no llegó Gallego. Teto, cuatro minutos después, tuvo la oportunidad más clara cuando se fue con habilidad de un defensor y encaró en solitario la meta del cuadro vasco. El tinerfeño le pegó duro al balón y el meta repelió su remate.
A partir de ahí sí se dio un bajón notable de ritmo y juego y hasta el descanso sólo se registró una opción de marcar más. La tuvo Unzueta con un cabezazo que despejó Tomeu Nadal.
Tras el paso por el vestuario el Tenerife se encontró con un penalti en contra tras la revisión del colegiado por una mano involuntaria, pero también temeraria por aquello de su posición, de Enric Gallego, Unzueta engañó a Tomeu Nadal en el lanzamiento desde los 11 metros adelantando a los suyos en el marcador de una forma más que inesperada.
Era demasiado castigo para un Tenerife al que le costó asimilar el golpe. En diez minutos no fueron capaces los locales de asomarse a la portería del Amorebieta que se metió atrás para frenar cualquier opción local y buscó la conducción de Erik Morán para tratar de seguir generando algún peligro más.
Se iban los minutos, el Amorebieta defendía plácidamente y al Tenerife le silbaban sus seguidores, cansados de la mediocridad de la temporada. Los de Garitano se acercaron con un remate desviado de Bodiger tras un córner, pero poco más.
El técnico dio entrada entonces a Cacho y Roberto López (minuto 65) y cambió su dibujo inicial al 4/2/3/1, pero no había forma. Ganas y actitud le sobraban a los locales, ideas no. Sin remates ni llegadas claras el público seguía impacientándose y el entrenador blanquiazul seguía probando dándole entrada a Javi Alonso, tras su lesión, y a Sergio.
A los 80 minutos Luismi envió alto su remate tras un balón parado ensayado y en el 81 fue Roberto el que disparó desviado avisando a un Amorebieta que no sufría demasiado.
Fue en el descuento cuando llegó la posibilidad más clara. Nacho puso un gran balón desde la izquierda y Roberto, llegando en segunda línea, remató de volea al palo ya cuando Garitano se había jugado la carta de Ethyan sin encontrar provecho en ese último cambio.