El Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha abierto una investigación sobre el último episodio de contaminación del agua de baño ocurrido en El Médano, que esta misma semana obligó a cerrar las playas Central y Leocadio Machado de este municipio, según explicó el concejal del área de Servicios Públicos Municipales y Transición Ecológica de Granadilla de Abona, Marcos Antonio Rodríguez Santana.
El edil subrayó que su departamento tiene localizado el posible foco de infección y descartó que se trate de contaminación producida a través de emisarios, que se encuentran en los litorales de las playas de Pelada y Los Abrigos, sino más bien de un pozo filtrante cuyo contenido habría llegado al mar a causa de las altas mareas registradas durante el mes de septiembre.
“Puede haber una conexión entre la contaminación de las playas y las mareas a través de un pozo filtrante”, dijo Rodríguez Santana, quien explicó que “no esas playas no tienen emisarios, ya que los dos que hay están en Pelada y Los Abrigos. Entendemos que se debe, más bien, a un pozo filtrante”.
“Contamos con diez analíticas al mes”
“Cuando tengamos el informe completo, lo enviaremos a Sanidad para resolver el problema lo antes posible y de manera urgente”, agregó, al tiempo que recordó los cambios introducidos por el Ayuntamiento de Granadillo en los controles de salubridad.
Si bien el Gobierno de Canarias somete la calidad de las aguas de baño a dos analíticas al mes, “probablemente seamos uno de los pocos municipios de Canarias que hacen otras dos analíticas por semana, lo que significa que disponemos de diez al mes, lo cual es muchísimo y nos permite conocer el estado de las playas con mucha precisión”, aseguró.
El concejal defendió, además, que el cierre es un ejercicio de responsabilidad. “Lo que está claro es que si hay contaminación en una playa, hay que cerrar. Esa es la prioridad: la seguridad”, dijo.