Por supuesto, y por más que se le advirtió, la entrevista se ramificó, cambió varias veces de ubicación en su casa lagunera y se estiró con los asuntos que más le inquietan: migración, energía, política, transporte… Su inclinación absoluta hacia el rigor y la profundidad le hace temblar ante una potencial conversación en la que se sienta tratado “como un velillo”. Sin embargo, sus temores se disiparon esta vez y José Segura (director de Casa África, exdelegado del Gobierno con el PSOE, expresidente del Cabildo tinerfeño, exalcalde de La Laguna, exdiputado estatal, exsenador…) se muestra en lo que sigue tajante sobre, por ejemplo, los riesgos energéticos: “En cualquier momento, Canarias puede sufrir un cero energético para mucho tiempo; es algo gravísimo que me tiene inmensamente indignado ”.
-A sus 79, sigue en primera línea: ¿es una forma de vida que, si la para, se para todo?
“A finales de 2015, y terminando la X Legislatura, en la que había trabajado intensamente la temática energética y me había jubilado como profesor de la Universidad, concluí que los años que tuviera por delante debía emplearlos en reordenar mucha información, ya archivada, y le escribí a la Ejecutiva regional para decirle que, desde 1978, había sido un activista, un defensor de la Constitución, que expliqué incluso antes de que se aprobara, y que nunca había parado, por lo que había llegado ese día. Y, así, desde 2016 participé en conferencias, escribí libros (16) y, en 2018, cuando Sánchez accedió al Gobierno, no pedí ningún cargo, mientras que otros muchos compañeros hicieron todo lo posible por entrar en consejos de administración de empresas públicas…”
-Las puertas giratorias… ¿Nunca tuvo tentación?
“No, jamás, y nadie podrá decir que he pedido algo”.
-Y se lo plantearon?
“No, no se plantean esas cosas: se ocupan cargos porque se maniobra para ello. Sorprendentemente, un día me llama el ministro Borrell, amigo personal desde hace más de 40 años…”
-¿Desperdiciado como candidato tras las primeras primarias: era mejor que Almunia?
“Sí, sin duda, era mejor, y ahí está su trayectoria. Siempre me he guiado por mi criterio y le apoyé a fondo, como luego a Zapatero y Sánchez en 2014 y 2016; es más, lo traje personalmente a Tenerife, se quedó en mi casa y ni lo he contado…”
-¿Se equivoca quien subestima a Sánchez, y por ahí están los cadáveres políticos de Madina, Díaz, Rajoy, Rivera, Casado, quizás ahora Feijóo…?
“Sin duda. Es así… Recibo la llamada de Borrell, que me dijo que quería a alguien de confianza en Casa África y que este continente es de una relevancia crucial para España. Lo rehuí tres meses y hasta le mentí porque le había jurado a mi mujer que no estaría en más cargos, pero acabé aceptando y ha sido uno de mis mayores aciertos porque es como una ONG, una institución que no adjudica obras de asfaltado, no recalifica suelo ni tiene dinero salvo para mantener al personal, pero que puede jugar un generosísimo e invalorable papel en Canarias…”
-¿Que puede o que ya juega?
“Que ya está jugando…”
-Ergo, esto le da vida…
“Sí, muchísimo”.
-¿Y qué ha aprendido?
“Muchísimo. He leído mucho: a Carlos Lopes, por ejemplo, un profesor políglota que dimensiona de verdad lo que es África y su potencial de desarrollo. He profundizado en personalidades históricas como la medioambientalista keniana Wangari Maathai, premio Nobel de la Paz. Hablamos de países independientes desde hace solo 50, 60, 70 años… Son países aún en formación, nuestros vecinos, pero España ha cometido la inmensa torpeza de no haber reconocido su potente personalidad ni aprovechar nuestro capital humano porque, al fin y al cabo, no hemos sido una potencia colonizadora. Hemos estado en Guinea Ecuatorial, El Sáhara…, pero es que los holandeses, belgas, británicos, alemanas… masacraron”.
-¿Acierta Sánchez con su giro con Marruecos?
“Había que dar golpes de timón. Quizás solo se falló en la tramitación parlamentaria…”
-Por oscurantista…
“Pero, claro, en diplomacia hay situaciones que no se pueden dar a conocer… Para Canarias, es fundamental llevarnos bien con Marruecos, tener un diálogo permanente”.
-Tras 50 años, ¿ser una provincia alauita es la mejor salida para los saharauis?
“Sí. No puede ser un país independiente sin medios y aislado…”
-Muchos socialistas han tragado sapos y saliva con esto…
(Pausa) “Creo en esta transformación y en la potenciación de los seres humanos: no pueden seguir en Kinduf miserablemente, esto no puede continuar 30, 40, 50 años más…”
-Habló antes de un acierto: ¿cuál fue su mayor error?
(Largo silencio). “A ver: ¿me arrepiento de algo? Todos nos equivocamos en mil cosas, pero, si miro a mi etapa en el Cabildo, puse en marcha el plan de balsas, el de residuos, incendios, salvamento civil… Como alcalde, impulsé en solo 2 años la peatonalización y lo de ciudad patrimonio, con un magnífico edil, Oswaldo Brito… Hombre, quizás cometí el error de no plegarme a empresarios especuladores del suelo e incumplidores de convenios urbanísticos…”
-Pero eso es un acierto o, de plegarse, carne de denuncia…
“Ya. Fueron los que financiaron la censura del 93…”
-¿Y errores de máquina del tiempo para rectificar?
“Me he preocupado mucho por el transporte. Por cierto, hay un inmenso error, achacable a otros, que está alejando a los peninsulares de las islas por los precios de las tarifas…”
-¿Se concibió mal el 75%?
(Zanja): “¡El Estado no puede seguir pagando el 75% de los señoritos que van en preferente!”.
-En el plano privado, ¿mayor acierto y error hasta ahora?
(Dribla) “Nunca formé parte de grupos de influencia en el PSOE; ni quise ni me motivaba. Y no es un delito: los humanos se asocian en cualquier colectivo…”
-Es decir, ¿nunca se sintió aludido si le decían felipista?
“No he sido felipista, ni guerrista, ni borrelista (si cabe, pues suena mal), ni sanchista… He sido un militante socialista, servidor de mis conciudadanos…”
-¿Tanto ha cambiado el PSOE para que algunos hablen de partidos irreconciliables, si bien ya se decía con Zapatero?
“Siempre acepté errores, aciertos y caprichos de unos y otros. No me motivó alinearme con unos o combatir a otros”.
-¿Se acierta con la amnistía?
“Nací en Barcelona, mi padre era de La Aldea de San Nicolás y mi madre, catalana. Vine con 5 años. Mi abuela trajo una maleta de cartón cerrada con una cuerda y siempre me pregunté qué había dentro. Con el tiempo, la corté y leí ejemplares de La Vanguardia de la II República. Ahí me enteré, con 8 años, de la existencia de la Generalitat, de Companys, de su golpe de estado al declarar la República Catalana, del potente movimiento anarquista… Supe que la II República le amnistió y que volvió a designar a los mismos consejeros. Hablaba igual catalán que español, cantaba “Esta noche no alumbra…” (y la canta, entonando muy bien) y “Baixant de la font del gat…” (y la canta). Quiero decir que no estoy intoxicado contra nada ni nadie, ni contra la lengua catalana, si bien ahora se complicará la operativa con su uso en el Congreso…”
-Las lenguas cooficiales supusieron el 13% del tiempo de la fallida investidura…
“Se normalizará, como en el Senado, aunque no tiene la relevancia que le dan los medios y la derecha. Sobre la amnistía, prefiero juzgar, condenar e indultar”.
-No se juzgó a Puigdemont…
“Claro… Hace poco, me enteré de que un militar amigo, de la UMD, estaba muy mal de salud, pero es que a esta persona, por luchar por la democracia como otros con los uniformes puestos, aún no se le ha amnistiado plenamente. Lo hizo en parte Zapatero, pero no se les permitió reincorporarse a sus puestos”.
-Una elogiada amnistía incompleta, pero, insisto: ¿apoya la de ahora, la avalará la ciudadanía como a los indultos, al menos en Cataluña?
(Pausa). Depende de su contenido y de a quién se amnistíe, porque son 1.300 personas con expedientes abiertos…”
-Tiene reservas, vaya…
“Pero sin que sea un leitmotiv”.
-Felipe, Guerra… ¿están siendo injustos con Sánchez?
“No me importa lo que digan estos dos señores, a los que admiro mucho, pero no me motivan, no me dicen nada”.
-¿No teme por el país?
“No. Pero si es que hemos llegado aquí, en gran parte, ayudados por ellos, hombre (sube el tono). Y esto se lo he dicho a Guerra, Benegas, Jáuregui… En la Transición, iba mucho a Barcelona y Madrid, estaba muy en contacto con los grupos de socialistas catalanes y resulta que, coño, cuando se legaliza el PSOE, en febrero de 1977, ellos aceptaron que el PSC se separase y tuviese grupo propio. El PSOE no existe en Cataluña: las listas las aprueba el PSC…”
-Muchos le dirían que son concesiones llevaderas, pero no el Estatut ni lo de después…
“Todo esto tiene su origen en la Transición. Se debió montar allí el PSOE como en el resto…”
-Si el PP no gobierna, ¿se tensa más el país? En el desfile se pitó a Sánchez…
“Que se ponga guantes, que eso va en el sueldo. No temo por este país. A la derecha de España siempre la he conocido igual, la dirigiera Fraga o Rita la Cantadora. Vive mucho del pasado, del recuerdo del franquismo. Prefiero no calificarla más”.
-Casi no entra, pero lleva años avisando de la energía…
“Es que es gravísimo. En cualquier momento, podemos sufrir un cero energético para mucho tiempo. Ya en 2013, advertí de que la ley del PP de ese año fracasaría y planteamos una alternativa. Lo he desarrollado en varios libros. La norma debería excepcionar a Canarias, donde, según datos rigurosos de 2020, de las 93 unidades de generación de Endesa, 47 ya superan la vida útil y, en 2030, solo quedarán 24, con lo que el 62,4% será obsoleto. En 2040, sería el 100%. Las sustituciones no se han licitado por esa ley, que se ha mantenido y, encima, con nuevas normas que paralizan aún más. Esto me tiene inmensamente indignado. Y no es culpa de Endesa, sino de la ministra Ribera y de no habernos hecho oír allá. Las energías limpias son solo complementarias. El futuro pasa por el hidrógeno verde, pero la situación ahora es muy grave y me da mucha rabia”.
-¿Se ha sentido usted un velillo?
(Risas). “No, hombre…”
“El mejor presidente ha sido claramente Ángel Víctor Torres”
Para Segura, “el mejor presidente canario ha sido claramente Torres”, del que, eso sí, dice que se equivocó al elegir a ciertos consejeros y candidatos. Además, es muy crítico con la formación y con el nivel de buena parte de los cargos, aboga por foros internos multitemáticos e insiste en que, por estatutos, “todo edil o diputado debe dar cuenta de su gestión. “Vas a las agrupaciones y, aparte de las vacías, casi no hay estanterías. No se lee, no se redacta, todo son comentarios en Tic Toc. ¿Qué política industrial o energética hay en Tenerife? Se encargó un trabajo, se pagó y se metió en una gaveta. ¿Ha escuchado a algún socialista hablar del eje transinsular de Adán Martín? No. Cómo es posible. ¿Por qué el PSOE no diseña políticas de transporte?”.