después del paréntesis

El círculo

Ayer fue no y hoy es sí. Y el sí pondera cuál es el fundamento ideológico de CC, pese a algún probo alcalde. Porque el sí no apunta solo a la investidura de un candidato a la presidencia de España, apunta a los derechos inalienables de los ciudadanos (no solo de los catalanes o los vascos); apunta a ello, aunque el central nacionalismo patrio salga a la calle y haga ruido. Más aún que el derecho a la manifestación de alas a la ultraderecha y a los neonazis para explayarse. Lo que exalta esa actitud es: uno: la democracia es democracia y se sustancia por lo que manifiesta. Ahí los actos de la democracia.
Es posible que haya un referéndum en Cataluña a fuer de saber si quieren seguir siendo españoles o no y ha de haber un referéndum en Cataluña porque a la democracia no la han de parar los supuestos responsables de la democracia. Además, después de la proverbial dictadura de Franco hemos convenido en aceptar que dos no están juntos si uno no quiere. ¿Qué ocurre con Cataluña en este punto?, ¿qué precepto constitucional obliga a sancionar la libertad? Dos: la cuestión nacional de quienes constituyen un Estado que se llama España es el otro punto. El fundamentalismo españolista del PP actuó en contra de ese valor, frente al nuevo estatuto refrentado por el parlamento español, por el parlament y por un referéndum. Lo extraordinario es que el constitucional no dio razón a ese acto (otra vez) de la democracia, sino al pobre y caduco inmovilismo. A ello se agarra ahora Vox y el PP (del magno, mas aturdido Feijóo) se suma. Y es otra de las barbaridades que por este país pulula. España no es una unidad incuestionable; España es una razón admitida de diferentes. Que Galicia es nación, indudable; y el País Vasco, y Cataluña, y no digamos Canarias que es un territorio de anexión, de conquista. El juicio es el juicio y por esa condición, más temprano que tarde, ese movimiento ultraconservador habrá de tragarse sus zapos.
Cual ocurre con la amnistía, que ya se administró en este país. Y esto que se discute no es en verdad nacionalismo (aunque los partidos “ad hoc” de España atusen en pro), esto se simple y llanamente sentido común y asumir como fidedigno que una de las funciones de los demócratas es defender a ultranza la democracia. Pues lo que se dilucida para el caso no es que Pedro Sánchez sea investido presidente; lo que se dilucida es que Feijóo no lo fuera por su incapacidad de acuerdo.
De manera que lo que no se puede tolerar es lo que la derecha y ultraderecha española pretenden imponer: que no todos los partidos con representación parlamentaria pueden hacer política. Eso no. Pueden. Así es que ERC, JxCat, Compromis, BNG, Bildu, CC y PSOE hicieron presidente a Pedro Sánchez.

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