“Podemos se acomodó, fue un fraude, una desilusión: debe refundarse IU y darle un vuelco”

Se fue de la primera línea, pero no pierde la forma, ni el sarcasmo ni su contundencia sintética para diagnosticar y sentenciar. Juan Borges es poco conocido en las Islas, pero en Los Realejos y a la izquierda del PSOE fue durante mucho un referente. Aquí lo demuestra.

-¿Cómo se encuentra?

“Bien, me jubilé hace 1 año”.

-¿Echa de menos la política?

“Sí, porque, al mes de empezar en la ULL en septiembre del 76, me afilié al PCE. Algunos amigos me dicen que soy un animal político, pero no; me gusta y la echo de menos, sobre todo el ambiente de antes. Ahora está todo más crispado. Antes había enfrentamientos, pero las corporaciones eran abiertas: pedías información y la daban, aparte de que tienes derecho como edil; ahora te torean y es casi imposible si no eres concejal”.

-Ha habido una regresión…

“Sí, pero porque la política se ha profesionalizado con gente que, nada más llegar a un cargo, el que sea, pregunta por lo que cobrará. En mis 20 años, solo en 3 y medio cogobernamos con el PSOE y fueron los únicos en los que tuve sueldo, 120.000 pesetas brutas cuando el resto cobraba de 200.000 para arriba. ICU entendió que un cargo que representaba a trabajadores y clases populares no debía cobrar mucho más que ellas y se fijó esa cifra, de la que daba al partido 25.000. Me quedaba con 95.000”.

-¿Repetiría estar 20 años con el desgaste de la oposición?

“A lo mejor, no, pero, claro, la gente de IU siguió confiando en mí y me reenganchaban. Seguramente no estaría tanto. Es más, si de mí dependiera, un cargo no estaría más de 8 años”.

-Como en EE.UU. tras las 4 victorias de F. Delano Roosvelt…

“Pero allí nada impide estar más, solo que se instauró eso”.

-¿Qué le dio y quitó ser edil?

“Me dio conocimiento del municipio físicamente y a nivel social, y me quitó tiempo para mí y mi familia, lo que, quieras o no, es importante. Si volviera atrás, corregiría bastantes cosas”.

-¿De qué se siente más y menos orgulloso en su etapa?

“He sido, sobre todo, una persona coherente y sencilla, que siempre antepuso los principios, algo ahora totalmente choteado. Ahora se habla de la gente, Podemos o Sumar, que está restando, lo hacen, pero la gente también es del PP y Vox. Yo no hacía política por la gente, sino por las clases populares. El lenguaje se ha subvertido”.

-Se diluyen las ideologías…

“Claro, cada vez más. Empezamos como PCE, IU, Unidas Podemos, Sumar… pero pa’ qué”.

-Es crítico con Sumar, pero ¿el fracaso no es de Podemos?

“Ese mundo de las confluencias está ya amortizado…”.

-¿Y no estaba todo ya inventado, Izquierda Unida se llama así porque a la izquierda del PSOE solo cabe unirse?

“Exacto…”.

-Pues Los Realejos no es un ejemplo, ya que la izquierda se atomizó como nunca el 28M: ¿personalismos, revanchas…?

“No, lo que pasa es que hay quien cree en sus principios y, además, puedes legalmente…”.

-Legalmente sí, pero ahí está el resultado: 5 el PSOE y la nada.

“Si quieres llegar a por qué no hubo coalición entre IU y Podemos hay múltiples versiones, pero la realidad, al menos la mía, es que, desde noviembre de 2014 a enero de 2015, IU de Los Realejos asistió a los círculos a los que nos invitaron, pero es que había discusiones surrealistas, como pegarte una hora sobre si podía acudir un cargo en activo (Jonás Hdez.)… ¿Sabes lo que es eso?”.

-Pero lograron 71 diputados, lo que nunca, y ahora tienen 5: ¿por qué esa involución?

“Es que fue un fraude; quizás eso es muy fuerte: una desilusión. No puedes llenar plazas con mensajes bíblicos de asaltar los cielos, llegar al Congreso en diciembre de 2015 con 69 más los 2 de IU y, en 6 meses hasta la repetición electoral, Podemos e IU, que ya van juntos, pierden 1,2 millones de votos, ojo, sin actividad parlamentaria…

-¿A qué lo achaca?

“Al postureo. No puedes llegar a la constitución de un Congreso con un niño recién nacido, con el niño pa’ acá, pa’ allá…”.

-Eso lo hizo Bescansa, pero al poco también se fue de Podemos, como Errejón y tantos…

“A lo mejor el niño se mareó y se dedicó a cuidarlo. Tampoco se podía negociar un gobierno con el PSOE, que debía contar con Cs, si bien hubo vetos mutuos, e Iglesias presentar a sus ministrables, los 7 jinetes del Apocalipsis… ¡Esto qué coño diablo es? Al poco, la gente se dio cuenta de que eso no podía ser”.

-¿Demasiado mesianismo?

“Exacto. Y 4 años después pierden otro millón y medio de votos y pasan a 45 diputados. Y otros 700.000 y pico luego y otra cascada de escaños… No puedes presumir de que cobrarás 3 salarios mínimos porque eso lo tenía IU en sus estatutos y no presumía. Al poco, ves cómo se acomodan y uno pasa de un pisito en Vallecas a aquella casa”.

-Aunque con todo derecho, ¿estéticamente lo de la casa de Iglesias pesó… no lo calculó?

“El problema no está en comprar el chalé, sino en consultar a los inscritos para convalidarlo…”.

-¿De quién está más cerca?

“De la IU fundacional; a la izquierda del PSOE hay que unirse. Es un problema de personas e ideas. ¿Por qué surge IU?

-Al calor de lo de la OTAN…

“Y porque el PCE decide ampliar su espectro. IU estuvo en todas las luchas y logró un inmenso bagaje institucional, pero se vino abajo con Podemos en lo que llamé política del retrovisor: fue viendo cómo venía por detrás como una guagua hasta meterte un pasón y dejarte en la cuneta. Muchos advertimos de lo que suponía, no nos hicieron caso y los efectos están ahí”.

-¿Y no debían unirse?

“Pero por qué unir lo que ya estaba unido, por qué los que venían no se unieron (a IU)”.

-No obstante, es innegable el impulso que dio Podemos…

“Vale, pero es que esos mismos luego lo fueron dejando…”.

-¿Y cuál debe ser el futuro para este espectro ideológico?

“Hay que refundar IU, darle un vuelco, pero sin perder su identidad, y eso no lo logrará Yolanda Díaz porque no es militante de IU desde diciembre de 2019, dudo de que esté en el PCE y, de estar, cómo funda otro partido… Es que es una cosa…”.

-Bueno, era pa’ sumar, vaya… El nombre lo resume…

“Pero no ha sumado…”.

-Al menos, mantuvo el Gobierno contra pronóstico…

“Porque sube el PSOE. Lo de Sumar ya estaba en Unidos Podemos… Después de cada elección desde 2016, la dirección de IU y Unidos nunca hizo autocrítica ni análizó que se perdiera la mitad de los votos; solo echó la culpa al exterior, las cloacas… Eso no pasaba en el PCE e IU”.

-Reseteemos: ¿de qué está menos orgulloso como edil?

“A lo mejor, de no democratizar más la vida municipal. Hice hincapié en el derecho de participación, aunque, claro, éramos un partido pequeño, 1 frente a 20 ediles y quizás el resto votaba un reglamento sin convicción.

-Lo de ‘las cosas de Borges”.

“Sí; Jonás decía ‘las mociones chorra’. Al menos, quien vaya a la hemeroteca verá qué partido que casi no gobernó tuvo más aparición en medios y la calle”.

-¿Su mayor acierto y error?

“El mayor acierto, junto a los vecinos, fue movilizar a 350 afectados por aluminosis en sus casas. Un trabajo tremendo. Como edil del área social visité cada una, algunas con cuartos con 12 puntales. Defendimos hacer nuevas y lo logramos”.

-¿Su mayor error?

(Duda) “Creo que ninguno…”.

-Luchó para girar al PSOE a la izquierda, pero, desde 2011, Los Realejos se derechizó y hasta eso se reforzó sin Domínguez: ¿cómo lo explica?

“En lo local se vota a personas. El PSOE ganó en el 79 con mayoría absoluta, en algo impensable, por tener un líder carismático, Santiago Luis. Se va, entra Jesús Manuel 2 años y José Vicente en 1987, pero bajan de 14 a 9, ICU saca 3 y retoman la absoluta en el 91 para perderla luego y apoyarles nosotros desde fuera. El PSOE no hizo el cambio generacional a tiempo. José Vicente acordó con Quintero estar 2 años, pero lo incumplió y le perjudicó. La bicefalia en la izquierda no se entiende. Además, la sociedad avanza, viene gente de fuera y, como me dijo un socialista en 1999, ‘no conozco a nadie de mi edificio”.

-Y, sin embargo, en las generales ganó el PSOE en 2019…

“Ese voto es más ideológico”.

-¿Le sorprendió que el PP sacara más porcentaje el 28M?

“Sí, hombre, no esperaba que perdieran la mayoría absoluta, pero sí que bajaran”.

-¿Y cómo ve el pueblo?

“Es una balsa de aceite, el movimiento ciudadano no existe, la oposición es muy light y nosotros, tras irnos de IU, creamos Izquierda Realejera”.

-Sin visos de unión…

“No volveré a IU mientras estén sus dirigentes a escala federal, insular y de Canarias…

-¿Le han planteado reflotar el PSOE; lo ha pensado?

“Soy una persona muy seria para que me piden eso (risas)…”.

-¿Cómo lo ve?

“Me da un poco de tristeza porque, aparte de su debilidad institucional (no sé si organizativa al no estar dentro), no les veo intenciones y es una pena…”

-Tiene estructura, historia…

“Claro, pero no cuadros ni gente con ganas de dedicar tiempo, no las 24 horas, pero sí 2 o 3 al día o 4 o 6 a la semana”.

-De haber sido alcalde, ¿qué habría que no hay y al revés?

“Tendría más democracia y participación social, mejores servicios sociales, espacios naturales fuera de peligro y personal y medios para todo esto”.

-¿Aún teme por Rambla de Castro, el campo de golf…?

“El campo siempre fue una locura: que el ayuntamiento expropiara y una empresa explotara no cabía jurídicamente, el secretario me daba la razón y le decía si quería ir a la cárcel. Los dueños recurrieron y ganaron… En Castro, hay que derogar el convenio de 1992, que tenía un plazo de 4 años y estamos en 2024. Evidentemente, no cabe un hotel en ningún espacio natural”.

-De lo hecho por el PP, ¿qué le reprocha más…?

“¿Ha hecho algo? (Risas)”.

-Bueno, ganó claramente…

“Cada infraestructura la hizo o planeó el PSOE o CC”.

-¿Le defraudó lo de Torres?

“Sí, creo que merecía otro mandato, no me lo esperaba…”.

-¿Lo achaca a Drago…?

“Tuvo algo que ver, pero el problema es Podemos, que cada vez que gobierna, a la siguiente baja… Eso sí, Torres siguió los pasos de Aguilar y Soria, que, tras no gobernar, se fueron. Deberían haber dado la cara aquí 4 años”.

-Quizás no esperaba gobernar allá… ¿Usted lo esperaba?

“Temía un bajón. El PSOE sube por miedo al PP con Vox, pero cuánto durará ese miedo: la izquierda juega con fuego”.

-¿No le da miedo PP-Vox?

“Miedo, miedo, no, si la gente vota eso, qué le vamos a hacer”.

-¿Qué votó en mayo y julio?

“A todo en blanco, menos en Los Realejos… Ya no tengo referentes nacionales… Soy blanco, del Madrid de toda la vida…”.

-¿Cómo lleva ese madridismo un comunista?

¿Y cuál es el problema? Sitúate en Puntagorda en 1966, un niño con su tío el cura, su madre, su hermana y su tía soltera… Y oye ganar al Madrid 2 a 1 al Partizán en la final de la Copa de Europa y se hace del Madrid…

-Culpaba a un tío que no le regaló el equipaje del Barsa…

“Ah, sí. Mi tío catalán, que se lo da a dos sobrinos en el 68 y me olvida: pues blanco y en botella”.