El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Canarias ha denunciado el aumento de las agresiones físicas y verbales a las enfermeras del Servicio Canario de la Salud (SCS) en el ejercicio de su actividad profesional, pasando de 86 agresiones en 2022 a 153 en 2023, casi un 78 por ciento más.
El sindicato ha señalado que los casos de violencia verbal (amenazas, insultos, descalificaciones…) y física (empujones, puñetazos…) van en aumento en la Sanidad canaria, tanto en los centros de salud como en los hospitales, sin que la Administración tome medidas eficaces para evitar este tipo de situaciones que afecta, especialmente, a las enfermeras y enfermeros por su contacto más cercano y continuado con pacientes y familiares.
Según los datos facilitados por el SCS a petición de SATSE, en Canarias han aumentado un 45% las agresiones al personal sanitario, pasando de 296 agresiones en 2022 (18 físicas, 243 verbales y 35 mixtas) a 431 en 2023 (32 físicas, 321 verbales y 78 mixtas). Para SATSE, esta cifra es aún mayor, teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, las agresiones no se denuncian.
En este sentido, SATSE entiende que las esperas y deficiencias que sufre la sanidad pública pueden llevar a situaciones de tensión entre los pacientes y sus familiares, pero jamás deben originar ni justificar cualquier tipo de episodio de violencia hacia unos profesionales que lo que buscan en todo momento es facilitar atención y cuidados a los usuarios.
Respecto a las urgencias extrahospitalarias, el Sindicato de Enfermería también denuncia el aumento de las agresiones al personal sanitario y solicita que, en cada centro haya seguridad privada. SATSE ha constatado el aumento de las consultas de urgencia en los centros de atención primaria, la falta de recursos humanos y materiales y el aumento del tiempo de derivación de los pacientes que requieren atención especializada a centros hospitalarios, lo que conlleva situaciones de desesperación y enfado de los pacientes y sus familiares.
Tal y como señalan desde el sindicato, cada vez hay más casos de enfermeras que están de baja laboral por las lesiones físicas sufridas por la agresión de pacientes o familiares y por el impacto emocional que supone trabajar con miedo y ansiedad después de una agresión, ya que pueden temer que ocurra otra en el futuro. SATSE ya denunció el pasado año las agresiones que sufrieron varios profesionales del Hospital Universitario de Canarias (HUC) por parte de un familiar de un menor ingresado.
CAMPAÑA
El Sindicato de Enfermería mantiene una campaña permanente de información y sensibilización bajo el lema ‘stop agresiones’ y seguirá trabajando y presionando al conjunto de administraciones públicas y partidos políticos para lograr acabar con un problema que, en lugar de ir a menos, se ha incrementado en los últimos años.
Así mismo, el año pasado, con motivo del Día Internacional de la Enfermera, SATSE repartió miles alarmas individuales entre los profesionales sanitarios. Se trata de un llavero que al activarse suena de manera estridente y sirve como elemento disuasorio frente a un intento de agresión