Tiene 21 años y estudia el tercer curso de Derecho en la Universidad de La Laguna. Desde pequeña siempre ha tenido claro su objetivo y está convencida de que lo va a conseguir: sacarse las oposiciones a Inspectora de la Policía Nacional para entrar a trabajar en la Policía Científica, y, como segunda opción, ser notaria.
Natural de Los Realejos, trabaja como profesora de danza en la Escuela de Danza La barca. También cumplirá su sueño de presentarse a Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, aunque ya tiene experiencia en su municipio. En el año 2012 resultó elegida reina infantil y en 2022 se presentó a la gala adulta y fue primera dama.
-¿Cómo ha hecho para compaginar los exámenes con las pruebas del traje y los ensayos?
“Soy muy organizada y responsable con mis cosas; por lo tanto, he sabido llevar todo a tiempo para poder sacar mis exámenes, que he aprobado todos, y compaginarlo con el trabajo y con el equipo del Carnaval en la fantasía. He querido estar cerca desde el primer día, porque me hace vivir este momento con mayor intensidad”.
-¿Cómo se está preparando para soportar el peso del traje?
“Estaba apuntada en el gimnasio desde antes, pero estos últimos meses he estado haciendo ejercicios más específicos, sobre todo de cadera, para poder cargarlo. Como todas las fantasías, pesa bastante, pero hasta ahora me puedo mover con facilidad”.
-¿Cómo definiría su fantasía ‘Amanece’?
“Como dice mi diseñadora, Arganda Lorenzo Padrón, voy a ser una joya. Es algo original, diferente y, al mismo tiempo, elegante”.
-¿Qué supondría para usted ser la próxima Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife?
“Ya presentarme para mí es un sueño, lo ha sido durante bastante tiempo y ahora por fin lo puedo hacer realidad. Ser la reina sería una auténtica locura y me enorgullecería, porque detrás hay un trabajo enorme, con muchas manos de amor ayudando, que se vería plasmado con ese título. Por lo tanto, no solo sería una felicidad para mí, sino para mi familia y para toda la Asociación Cultural del Carnaval Nira. Sería una auténtica felicidad y estaría en una nube, mayor de la que estoy ahora mismo. Falta una semana y no me lo creo”.
-¿Es carnavalera?
“Sí, muchísimo. Desde pequeña me he presentado al Carnaval de Los Realejos, siempre he ido al Coso con mi familia, y también vivo con intensidad esta fiesta en el barrio de mi abuela, en La Caleta de Interián, donde se celebra un Carnaval súper bonito y al que nunca falto”.
-¿Recuerda algún disfraz de manera especial?
“Sí, de pequeña recuerdo uno vestida de naranjita con mis compañeras y otro de hada. También tuve uno de pirata, otro de cowboy y en uno de los últimos años me disfracé de Ferrari con amigas. Me gustaría poder hacerme un traje de cisne negro, pero este año es un poco complicado, porque mi prioridad es la gala”.
-¿De qué se va a disfrazar este año?
“Lo más seguro es que saque alguno de los trajes que tengo guardados, porque no hay tiempo suficiente para sentarme y pensar en un disfraz. Por suerte tengo algunos de otros años que todavía me sirven”.
-¿El verdadero Carnaval está en la calle?
“Sin duda. En Carnaval es todo, las galas, las murgas, las comparsas, y hay que darle a cada cosa su momento. Pero en la calle es donde está el pueblo, que es el que lo vive, el que lo celebra, y donde se ve toda la energía que tiene la gente para disfrutar de esta fiesta, tanto de día como de noche”.
-¿Qué es lo que no puede faltar en esta fiesta?
“La energía que tiene la gente para buscar sus disfraces, las murgas, las galas, las comparsas, la música, la alegría y los colores que hay en la calle en esos días”.
