En pleno núcleo urbano de uno de los municipios con más horas de sol de Tenerife, se ubica el parque central de Adeje, único bosque público productivo o comestible de Canarias. El consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno canario, Mariano Hernández Zapata, visitó ayer el espacio, que cuenta con más de 32.000 metros cuadrados y que, una vez finalizado, acogerá en su interior a unas 25.000 especies de árboles frutales, palmeras, plantas ornamentales, aromáticas, culinarias y medicinales.
Este gran pulmón sureño lo apadrinó hace cuatro años Robert Kennedy, abogado, activista medioambiental y sobrino del expresidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy (JFK), quien plantó un drago como símbolo de “un mundo mejor y sostenible en la lucha contra el cambio climático”.
En la visita de ayer, el consejero recalcó la importancia de renaturalizar las ciudades y afirmó que “los bosques urbanos y los pulmones verdes son esenciales como sumideros de carbono y como refugios climáticos, además de ayudar a la conservación de especies naturales y animales del entorno”. Zapata apuntó que la inversión destinada a este recinto, de más de 400.000 euros, “es un modelo de proyecto imprescindible para estar preparados ante el futuro”, pues este tipo de espacios verdes “son básicos en las ciudades canarias como herramientas de adaptación climática para combatir problemas como las previsibles y cada vez más comunes olas de calor”.
Asimismo, destacó que “los municipios canarios pueden mirar a Adeje y este proyecto como referente a seguir para tratar de replicar esta experiencia en otras zonas de las Islas y ayudar al medio ambiente”.
El alcalde adejero, el socialista José Miguel Rodríguez Fraga, mostró su satisfacción “por compartir el impacto positivo de nuestro proyecto en Adeje con el resto de las Islas, el bosque productivo del parque central. Después de cuatro años de dedicación, hemos logrado producir 150 toneladas de fruta, verduras y hortalizas, que han sido distribuidas por el Banco de Alimentos entre las personas que más lo necesitan del municipio”.
A su vez, destacó que “hemos generado oportunidades de empleo para los vecinos y vecinas de Adeje, ya que, a través de este proyecto, han entrado en el mercado laboral entre 120 y 130 personas cada año”. “En estos cuatro años -añadió-, alrededor de 500 adejeros y adejeras han construido, con sus propias manos, este parque y, además, han logrado una oportunidad laboral. El parque es suyo y, junto a ellos y ellas, hemos logrado dos cosas: su integración en el mundo del trabajo y que todas estas familias sientan este parque como algo propio, fruto de su trabajo”.
En 2021, la consejería de Transición Ecológica concedió al Ayuntamiento de Adeje una subvención directa por importe de 374.956 euros para este proyecto, que cuenta con un presupuesto total de 412.452 euros.
Además del gran jardín botánico, el parque tendrá una laguna de 290 metros cúbicos, con aves, peces y una pequeña cascada. Además, la zona norte incluye un área dedicada a fomentar el conocimiento de la agricultura y la artesanía local, aparte de disponerse de un aula abierta de naturaleza, en la que los visitantes podrán apreciar las diferentes técnicas aplicadas en la agrofostería.
Con este fin, se restaurará una vieja nave en la que se empaquetaban antiguamente los tomates. Este espacio se convertirá en un área “para crear conciencia sobre el sector primario, la importancia del kilómetro cero, fomentar la investigación, la artesanía y sumar como valor añadido a un destino turístico que quiere ser de calidad”, según explicó recientemente a este periódico el alcalde adejero, consciente de la necesidad de que la industria turística y el subsector agrario “se conecten”.
Igualmente, Rodríguez Fraga subrayó que la miniselva tropical adejera es un “tributo” al medio ambiente y un “pulmón” en un espacio urbano que se ha convertido en el nuevo polo de desarrollo del municipio.