El CD Tenerife sobrevivió en el Stage Front Stadium pese a Garitano. La casta y el trabajo de los jugadores se impusieron a las decisiones, pintorescas y difícilmente entendibles, del entrenador. Los blanquiazules lograron in extremis empatar en el 90 un encuentro que se había puesto muy cuesta arriba con el tanto de Gragera en el 84. Sergio marcó de cabeza para sumar un buen punto frente al Espanyol, pero un empate que no cambia nada.
El encuentro mantuvo un ritmo muy alto durante muchos minutos de la primera parte. El Tenerife inició las hostilidades plantándole cara al todopoderoso, por lo menos en lo económico, Espanyol.
Los primeros minutos fueron entretenidos, rápidos y dinámicos por parte de los dos equipos. El primer balón que llegó a la meta catalana fue un golpeo de Waldo. La ocasión atacante más clara del primer acto para los visitantes se produjo en el minuto 18, cuando Luismi Cruz cruzó de derecha a izquierda un balón por encima de la zaga periquita para encontrar en el segundo palo a un Nacho que le pegó con el alma, pero al lateral de la red. Enmudeció el Stage Front Stadium.
Pero con el paso de los minutos, el Espanyol se fue encontrando más cómodo y pasó a ser claro dominador del encuentro ante un Tenerife al que le costaba mantener el ritmo.
Fruto de ese dominio surgieron dos ocasiones clarísimas de gol para los locales. En el 35 Sergi Gómez se encontró un balón franco para marcar, pero su incómodo remate de cabeza encontró la respuesta de Soriano. El meta blanquiazul salvó a los suyos por primera vez.
La segunda vez ocurrió en la recta final de la primera parte, cuando Puado quebró y sentó a Bodiger con habilidad y su disparo, bien colocado y al palo largo, hayó de nuevo otra inconmensurable respuesta del meta blanquiazul.
El portero salvó a los suyos de irse al vestuario perdiendo
La segunda parte arrancó igual que la primera, es decir con una aproximación peligrosa del Tenerife. Min 49. Disparo desviado pero potente de Enric.
Los primeros 15 minutos del segundo acto fueron muy tranquilos, para gozo de Garitano. No pasó nada y fueron los mejores minutos de los visitantes en lo táctico.
A pesar de esto, en el minuto 65 Garitano hizo una de las suyas. Como respuesta a la entrada de Melamed, el técnico blanquiazul quitó a Enric del campo para jugar con cinco defensas. Buñuel entró en el lateral derecho, mientras que Mellot se incrustó en el centro de la zaga junto a Sergio y León.
Poco después, en el 73, Garitano evidenció aún más que buscaba como loco el punto quitando a Corredera y a Waldo para meter a Sipcic y a Teto. Sergio se fue al medio y el montenegrino a la zaga. Obviamente, estas decisiones fueron una invitación para que el Espanyol se lanzara al ataque.
Estaba claro que el tanto españolista llegaría más pronto que tarde y lo consiguió Gragera en el 84. Todo parecía decidido para unos locales que ya se veían con los tres puntos.
Pero se los negó Sergio González a la salida de un córner magníficamente puesto por Nacho. Al Espanyol le faltó tensión competitiva y el medio marcó de cabeza.
De manera asombrosa, el Tenerife logró un buen punto.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas