Cuando en el año 1953 los servicios técnicos del Ayuntamiento de La Laguna proyectaron la “moderna” Avenida de La Trinidad, pensando en buscar una conexión con la autopista del norte (hoy TF-5), para convertir esta vía en la entrada y salida de la Ciudad y en alameda, no tenían en su proyecto la idea de buscar una circunvalación que aislara el casco histórico, con el fin de protegerlo. Es más, esta obra estuvo pensada para extenderla hasta la plaza del Cristo. Afortunadamente no se llevó a término y, entre otras cosas, el casco histórico de San Cristóbal de La Laguna es hoy Patrimonio de la Humanidad desde el 2 de diciembre de 1999.
La Avenida de La Trinidad comienza en la calle Herradores y tiene una longitud de 750 metros hasta su enlace con la denominada Glorieta del Brasil “Padre Anchieta”, que distribuye el tráfico de la TF-5.
El nombre de esta avenida viene de la ermita de La Trinidad, edificación anexa a la vivienda construida por el coronel don Baltasar Peraza de Ayala (El Realejo Bajo, 1701-1770). La vivienda amplia y de tres alturas fue construida en 1769 y es junto con la citada ermita las únicas edificaciones de interés histórico de esta calle, ya que la mayoría de las viviendas, casi todas de una sola planta, han desaparecido.
Antes de la urbanización de esta avenida, solo existía un tramo de calle de tierra que partía desde Herradores, se cruzaba con la del Juego y a continuación con la calle Catedral (antes camino de Taoro).
LA AVENIDA DE LA TRINIDAD SE INAUGURÓ EL 6 DE JULIO DE 1961
Después de varios años de retraso, debido a la demolición de un caserón existente en la parte final, las obras de esta avenida finalizaron el 6 de julio de 1961, convirtiéndose en esos momentos en la entrada y salida de vehículos, tanto los del centro de la Ciudad, como los que venían de las zonas noreste del municipio. Desde la construcción de la Vía de Ronda y la peatonalización del casco histórico, ha dejado de cumplir ese objetivo inicial de salida y entrada de vehículos.
En el amplio solar que dejó la demolición del característico caserón, con todas sus ventanas de cristales de colores, que marcaba la entrada de la antigua calle de La Trinidad, se instalaban durante varios años las compañías de teatro María Teresa Pozón y la de la actriz cubana afincada en España Catalina Bárcenas. También visitaba la Ciudad el Circo, que posteriormente se trasladó, en sus visitas anuales, a la plaza del Cristo. Lamentablemente las compañías de teatro, una vez construidas las instalaciones de Telefónica en la plaza del Adelantado y en el solar citado de esta avenida, dejaron a la Ciudad huérfana de disfrutar de este género.
A partir de 1970, se empezó a urbanizar y posteriormente a edificar varios bloques de viviendas, constituyéndose el actual Polígono Padre Anchieta, que limita con esta avenida, dentro de un amplio espacio urbanístico creado junto a las paralelas calles Heraclio Sánchez, Pablo Iglesias y esta nueva vía, ampliando el centro de la Ciudad de forma considerable.
EL CLUB A-GO-GÓ REVOLUCIONÓ LA MÚSICA POP Y ROCK EN LA LAGUNA
Por el lado izquierdo de la calle, en uno de los locales de los tres edificios que construyó el empresario Miguel Ángel Pérez Castellano, empieza la historia del “Club A-Go-Gó”, que viene a revolucionar la música joven en Tenerife y en La Laguna. Un grupo de universitarios le pidió al propietario que en uno de los locales le autorizara la celebración de bailes. A la vista del éxito, el grupo de estudiantes, encabezado por Jesús Esteban Beltrán, amplía la oferta con la participación de los grupos musicales canarios denominados “Los Sombras” y “Los Rítmicos”, inaugurándose el 6 de marzo de 1966 el primer “Club A-Go-Gó”.
El 19 de mayo del citado año y para su reapertura actuaron durante tres días el grupo musical inglés “Los Tomcats”. Tal fue las expectativas que creó este grupo que todos los medios de comunicación de la Isla se hicieron eco del acontecimiento. El periódico El Día publicó el 20 de mayo, firmado por el periodista Elfidio Alonso, lo siguiente: “Unos muchachos ingleses, melenudos y músicos, han revolucionado la ciudad. Se llaman “Los Tomcats”. Son seis. Posiblemente seis votos para Harold Wilson. Actúan en un club juvenil que lleva este curioso nombre: “A-Gogó. Los “Tomcats” han llegado a una ciudad silenciosa, atrasada en muchísimas cosas, pero a una ciudad universitaria, también, joven, inquieta, abierta. Su impacto ha sido grande. En cuanto al contraste, ya se lo pueden ustedes imaginar…”
Tal fue el éxito, que el propietario del local decidió ampliar las instalaciones y crear una discoteca en el sótano del edificio que construyó al lado de donde se iniciaron los primeros bailes. La inauguración de esta nueva sala, el 12 de octubre de 1967, contó con las actuaciones de “Los Misteriosos” y el grupo inglés “The Locomotion”.
Así nació el club que, siguiendo la corriente europea del movimiento rock, convirtió a esta sala en la capital del rock de Canarias, donde cada domingo por la tarde se producía un lleno de más de 1.500 personas, incluso quedando gente sin poder entrar para disfrutar de las actuaciones de grupos como “Los Types”, “Los Rebeldes”, “Los Gritos” y “Los Blizzard”, entre otros, junto a los ya mencionados “Los Misteriosos” y “Los Sombras”. “Estos grupos fueron los innovadores del pop y del rock en las islas” (Toño Reyes, músico). También actuó en esta sala, durante el tiempo en el que cumplió el servicio militar en Tenerife, el cantante Teddy Bautista, creador del grupo “Los Canarios”.
Casi finalizando esta avenida, y dentro del Campus Central Universitario está la antigua Torre de Química que, desde el 22 de febrero de 2011, es llamada Torre Profesor Arévalo, en referencia al profesor emérito de la Facultad de Química, fallecido en 2015, a los 92 años, don Agustín Arévalo Medina, Medalla de Oro de la Universidad Lagunera. Actualmente en este edificio se encuentra un vivero de empresas, la Fundación General Universidad de La Laguna y su Servicio de Idiomas.
Una vez terminadas las obras de la Avenida de La Trinidad, se desplazó desde la plaza Doctor Olivera la parada de guaguas que, con salida y final en la Ciudad, realizaba la empresa Transportes de Tenerife, cubriendo los itinerarios con Santa Cruz y Norte de la Isla. Transportes de Las Mercedes, que cubre el itinerario Cruz del Carmen, Afur, El Bailadero, Las Carboneras…, se trasladó desde la calle Anchieta. Así como la empresa Transportes Palazón, más tarde VIMAR, que realizaba los servicios a Tejina, Bajamar y La Punta.
Una vez inaugurado el intercambiador de guaguas de La Laguna, todos los servicios de este transporte se realizan desde este lugar. El tranvía de Tenerife que transcurre entre los municipios de Santa Cruz y La Laguna, inaugurado el 2 de junio de 2007, con una línea que une el intercambiador de transportes de la capital tinerfeña con la Avenida de La Trinidad, viene a complementar el servicio público de viajeros en la Ciudad. También en esta calle se ha creado una parada de taxis.