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Qué acabadito estás

El recordado Domingo de Laguna, que era periodista pero que no sabía escribir ni la “o” con un canuto, se apostaba en la Plaza de la Catedral de Aguere y saludaba de lejos a los personajes que acertaban a pasar por allí. Decía: “¡Adiós, don Fulano, insigne letrado, miembro de una de las grandes familias tinerfeñas, descendiente del Adelantado, qué bien le veo de salud, Dios lo acompañe!”. Y a continuación, volviendo la cabeza hacia el que tenía al lado, comentaba, por lo bajini: “¡Qué acabadito estás”! Y se daba media vuelta para dirigirse a la otra esquina de la plaza y seguir dándole al bistec. Domingo era un personaje peculiar, que logró editar irregularmente durante años la revista Canarias Gráfica, en la que la foto común, en todas las ediciones, era la del periodista Pepe Rodríguez, director y editor y propietario de El Día. Cuando yo le decía: “Domingo, dale un descansito a Pepe”, él sonreía pícaramente y me respondía que no, que Pepe le ayudaba mucho. Y era verdad, porque José Rodríguez Ramírez fue un tío generoso, al menos conmigo lo demostró, y guardo un gratísimo recuerdo de él, aunque un día muy lejano tuviéramos diferencias, que fueron subsanadas a su debido tiempo. Había otra foto que no fallaba, la de la presentación en sociedad de las niñas bien en el Casino de los Caballeros, con Opelio Rodríguez Peña posando con ellas bajo el reloj de la entrada. El texto, un año y otro año, era siempre el mismo, sólo cambiaba el nombre de las chicas que protagonizaban la fiesta. A mí me gustaba Canarias Gráfica. Al contrario que su director, era la única revista de toda España que jamás hablaba mal de nadie. Lo de Domingo fue siempre un reparto de papeles genial, que la historia del periodismo debe reconocerle.

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