“En Laura Palmer vi un trasunto escénico muy útil para marcar una distancia personal con el tema que quería abordar y, a su vez, intentar tratarlo de una manera rica e inteligente y, sobre todo, con una visión política y social”. Así explica a DIARIO DE AVISOS Carlos Pulpón, autor, director e intérprete de Bob o nunca nadie: la cuestione del consenso, una de las razones de ser de esta conferencia performativa que aborda la violencia sexual entre personas de la misma identidad de género.
Pero además de al icónico personaje televisivo y cinematográfico de Twin Peaks, de David Lynch, el autor recurre a la autoficción, al teatro de objetos, a la no-danza y -también y especialmente- a la cultura pop. La violencia sexual y el consentimiento, “sus límites y sus zonas grises”, vertebran la propuesta. “Aunque las mujeres son quienes más la sufren -puede leerse en su sinopsis-, en esta pieza nos centramos en el consentimiento marika, del que apenas existen referentes o información”.
PASOLINI
“Si el saber humano es como una biblioteca -continúa el texto introductorio-, nos hemos percatado de que falta un tomo: el de la questione del consenso. Así que, como una especie de Pasolini en sus Comizi d’amore, queremos redactarlo con el público, con las experiencias de todes y con rigor. También queremos airear ejemplos reales y de la ficción. Queremos hacer un montón de preguntas. Queremos pensar. Queremos homenajear a la que quizá sea la obra cumbre de Lynch. O más bien a su protagonista. Y ya, si eso, sanar. Gracias a todas las personas que han rellenado nuestro formulario. Confiamos en que la visibilización sirva a un bien común”.
Como se apunta en la presentación de Bob, para plasmar este montaje se ha empleado el testimonio de decenas de personas que participaron en Nunca nadie: El informe, “una pieza de autoteatro para un espectador en la que este rellenaba un informe sobre violencia sexual en papel o digital”.
QUEMAR LAS NAVES
Bob o nunca nadie, la propuesta de la compañía Quemar las Naves, que crearon en 2019 Carlos Pulpón e Iztiar Manero, podrá verse este mes de mayo, los días 18 y 19 (19.30 horas) en Santa Cruz de Tenerife, en el XXII Festival de Teatro Contemporáneo Encuentros, que organiza el capitalino Teatro Victoria.
“Es curioso -explica el intérprete en la charla con el periódico-, porque si en la primera obra de Quemar las Naves, Éramos unos niños que escuchaban música en su cuarto, el proceso de creación con Itziar Manero fue muy sencillo, muy fluido y la pieza salió prácticamente sola, con Bob o nunca nadie todo resulto mucho más laborioso”.
“Si iba a hacer un solo, debía incorporar más voces, tenía que hablar de muchas personas, no únicamente de mí”
“Un día me quejaba con una amiga porque realmente no sabía cómo plasmar esta idea que tenía. Entonces ella me dijo: ‘Tú siéntate en una silla y ponte a hacerlo’. Fue a partir de ahí que surgen la mesa y la silla y el formato de la conferencia performativa. Me di cuenta de que de ese modo podía contar con un cajón de sastre que me permitía unir formas diversas de una manera que me satisfacía”.
“De entrada -agrega Pulpón-, no tenía muy claro si debía abrir el foco para hablar de la violencia sexual en general o, en cambio, centrarlo en lo que han llamado violencia intragénero, un término que no me acaba de gustar. Finalmente, decidí abordar la cuestión entre personas de la misma identidad de género. El planteamiento fue: ¿qué podemos ofrecer con esta pieza ante esa laguna, ante esa falta de referentes que, al menos yo, he encontrado sobre este tema?”.
“Siempre hay alguien entre el público que se acerca para contarme una experiencia propia; eso es gratificante”
LA CULTURA POP
Carlos Pulpón argumenta que en las obras más o menos relacionadas con la violencia sexual y el consentimiento que ha podido contemplar -muchas de las cuales le parecen geniales, puntualiza- ha echado en falta una visión más política, más social sobre el problema. “Tampoco me interesaba regodearme en el dolor, así que la figura de Laura Palmer me sirvió, entre otras cosas, para este planteamiento, además de la cultura pop, que está ahí para salvarnos la vida siempre [ríe]”.
OTRAS VOCES
Asumir la dramaturgia, la dirección y la interpretación de este proyecto ha respondido en parte a las circunstancias y en parte a una necesidad. “El proceso de creación comenzó en 2021, en medio del confinamiento por la pandemia”, recuerda. “Así que comencé a trabajar en soledad un poco por obligación y también porque sentía la necesidad de entender lo que me había pasado personalmente y afrontarlo de una manera escénica, artística, fuera cual fuera el resultado”.
“Concebir la obra como un cajón de sastre me permitió unir cosas diversas de una manera que me satisfacía”
“Sin embargo -añade-, también me planteé casi desde un principio que tenía que incorporar más voces. Si iba a hacer un solo, era necesario que fuese político, social, que hablase de muchas personas, no únicamente de mí”. Y en ese deseo de comunicar y, en suma, de compartir, el “público se ha volcado”. “Esta es una pieza muy descarnada, muy desnuda, muy abierta, muy vulnerable”, pone de relieve su autor e intérprete. “Como trata unos temas tan delicados”, comenta, “siempre hay alguien entre el público que se acerca para contarme alguna experiencia personal. Creo que hay gente a la que le ayuda contemplar Bob o nunca nadie, y eso es para mí algo muy gratificante”.
El origen de Quemar las Naves, explica Carlos Pulpón, se halla en un viaje de camino a El Escorial: “Itziar Manero y yo hacíamos un laboratorio con la compañía El Pont Flotant. Ya nos conocíamos de la Escuela Nave 73 y ambos coincidíamos en nuestros gustos musicales, por la cultura pop, por Patti Smith… Entonces comenzamos a hablar de bandas, de nuestra adolescencia, de la importancia que tenía la música en nuestras vidas. A partir de ahí, pensamos que podíamos hacer algo con todas esas ideas, hasta que, poco a poco, decidimos unirnos, crear esta compañía y esa primera pieza, Éramos unos niños que escuchaban música en su cuarto”.
Bob o nunca nadie: la cuestione del consenso se estrenó en 2022, en el 40º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid. Además, adelanta su autor a este periódico, el texto va a ser publicado por Holográfica Editorial.