tribunales

“Los bancos no han invertido en seguridad lo que han ganado con los trámites digitales”

Carlos Gómez Sirvent fue de los primeros abogados tinerfeños que supieron reclamar en los juzgados excesos tales como los relacionados con los llamados SWAP y las preferentes
Carlos Gómez Sirvent Socio fundador del bufete de abogados Sirvent&Granados
Carlos Gómez Sirvent, socio fundador del bufete de abogados Sirvent&Granados. / Sergio Méndez

Fue de los primeros abogados tinerfeños que supieron reclamar en los juzgados excesos tales como los relacionados con los llamados SWAP y las preferentes. Colaborador habitual de DIARIO DE AVISOS, ahora es referencia a nivel estatal por defender con éxito la reclamación de un cliente estafado por cibercriminales al probar que su banco tenía que responder por ello dado que dicho delito se consumó por su incompetencia. A la hora de hablar sobre las consecuencias jurídicas del imparable aumento de la incidencia de estos delitos, pocos interlocutores tan preparados como Carlos Gómez (Santa Cruz de Tenerife, 1966).

-¿Cuáles son las modalidades de la ciberdelincuencia que más se benefician de los fallos de seguridad bancarios?
“Básicamente son el pishing, el vishing y, especialmente, una estafa que nos preocupa bastante: la del hombre en el medio [en inglés, man in the middle]. En todas participa el banco en algún momento de alguna manera y de forma decisiva”. [Cabe recordar que, en todas las modalidades de estafa cibernética mencionadas hay una usurpación de la identidad del estafado para eludir los preceptivos controles de seguridad de las entidades financieras].

-Doy por hecho que así se refleja en el volumen de casos que llegan a su bufete…
“Así es. Como sabe, la cibercriminalidad no deja de crecer. Hoy en día nos llegan al bufete una media de entre 10 y 12 casos de estas características. Siempre nos explican que les han robado sus datos personales, con lo que ello conlleva para la actividad diaria actual”.

-¿Por qué los bancos pueden ser responsables en delitos que, obviamente, comenten otros?
“Por la profunda transformación llevada a cabo por los bancos a la hora de relacionarse con sus clientes. Estas entidades financieras, en su legítimo interés en aumentar su rentabilidad, han cerrado sucursales y despedido a buena parte de sus trabajadores. Ya no quieren que sus clientes acudan a sus oficinas, sino que todos los trámites se lleven a cabo de forma telemática. Antes, para abrir una cuenta tenías que sentarte delante del empleado de turno, pero eso se acabó”.

-Pero esa presencialidad garantizaba un plus de seguridad que se ha perdido. ¿Es así?
“[Sonríe] Desde luego, antaño tanto el cliente como el personal del banco ponía, por decirlo así, cara a su interlocutor y, desde luego, los trabajadores de la entidad conocían perfectamente a sus clientes, porque se identificaban en persona con su DNI y así se garantizaba un nivel de seguridad que, hoy en día, ya no existe porque la inmensa mayoría de los bancos apuesta por la comunicación digital. El problema radica en que, ahora, abrir una cuenta bancaria bajo una identidad falsa no resulta algo complicado”.

-Si alguien tiene accesos a mis datos y abre una cuenta a mi nombre, ¿a qué peligros me enfrento?
“Si alguien abre una cuenta a su nombre suplantando su identidad, puede acabar siendo estafado porque su banco no ha sido capaz de verificar que ,en realidad, están usando su nombre. Por decirlo de forma coloquial, cuando logran colársela así al banco ya ha tenido lugar un elemento esencial e imprescindible para que la estafa tenga éxito”.

-Exactamente, ¿cuál es la responsabilidad del banco que me permita reclamar con éxito si finalmente resulto estafado?
“Los bancos, al no contar con medidas de seguridad lo suficientemente estrictas para detectar la apertura de una cuenta bajo identidad falsa, intervienen de forma sustancial en la comisión de este tipo de delitos, por mucho que no sea de forma voluntaria. Estas estafas se consuman porque los ciberdelincuentes conocen las brechas, los agujeros, en los sistemas de seguridad de los bancos respecto a estas suplantaciones de identidad. Dicho de otro modo, si mi banco me facilita la apertura de una cuenta a mi nombre por vías telemáticas, es porque tiene que garantizarme la plena seguridad de ese procedimiento. Y no es así”.

-¿Cabe deducir que los bancos se han beneficiado de digitalizar su relación con la clientela pero a costa de no cumplir con sus obligaciones sobre la fiabilidad de los procedimientos en cuestión?
“Exacto. Todos conocemos la rentabilidad que ha supuesto para los bancos este proceso porque sus cuentas son públicas y de fácil acceso. Sin embargo, y por citar un ejemplo, hace poco supimos que hubo un acceso ilegal a la base de datos del Santander porque la propia entidad alertó a sus clientes…”.

-Algo similar ha pasado también con otras corporaciones como Iberdrola e incluso organismos oficiales como la Dirección General de Tráfico…
“Y esas bases de datos son el caldo de cultivo de los ciberdelincuentes, porque así saben tu nombre, tu número de DNI y hasta el de tu cuenta corriente y en qué banco la tienes. Eso abre la veda para delitos como los citados que suelen acabar, seas un particular o una empresa, con la desagradable sorpresa de que han vaciado tu cuenta”.

TE PUEDE INTERESAR