El pueblo de El Fraile, en Arona, la playa de los Enojados y las inmediaciones de este núcleo costero sufren, desde hace tiempo, un incremento “masivo” de basura y residuos que, como denuncian algunos vecinos, “imposibilita el tránsito y degrada el paraje”. Esta queja popular surge tras el aviso de la situación por parte de varios colectivos y residentes al ayuntamiento, quienes solicitan una regeneración de la zona y una acción inmediata para limpiar el territorio contaminado.
En el entorno de la playa, donde conviven tabaibas, cardones y otras especies de vegetación costera, esta deriva evidencia una preocupante mezcla de bolsas, botellas, colchones, sillas, ropa y otros desechos que dañan el lugar.
Enrique Coello es un residente preocupado por el creciente problema de basura en El Fraile. Según sostiene, la playa y sus alrededores llevan años sufriendo la acumulación de residuos debido a numerosos asentamientos temporales. “La playa de los Enojados es uno de los lugares más frecuentados de la zona y esto genera muchos asentamientos y residuos tirados”, lamenta.
Asegura que la situación ha empeorado en los últimos tres o cuatro años. Por ejemplo, y según recalca, se nota especialmente en el interior y las inmediaciones del pueblo, ya que, “con solo uno o dos barrenderos, la basura se acumula sin control. Alrededor del núcleo -añade- hay muchos residuos”.
De forma paralela, hace unos meses una asociación de vecinos denominada Limpiamos El Fraile se creó por los afectados de este núcleo para limpiar la zona. Estos residentes se reúnen cada sábado en el centro de salud de Las Galletas para organizarse y repartirse las zonas para recoger los residuos vertidos.
“Estamos trabajando muy duro en mejorar el servicio”
Clara Pérez, concejal de Sostenibilidad del ayuntamiento, aseguró ayer a este periódico que “estamos trabajando muy duro en mejorar el servicio de limpieza en Arona”. De igual forma, la edil anuncia “la posibilidad de inyectar más dinero para invertir en más peones de barrido y mejorar la situación en núcleos como los de El Fraile”.
En cuanto al problema de la costa, la concejala explica que “la playa de los Enojados no es una cala oficial, sino una zona de baño con menos afluencia y sin socorrismo permanente”. Recalca que la limpieza se realiza de dos a tres veces por semana según las necesidades. También sostiene que la zona es frecuentada por campistas y personas sin hogar, y es por esto que se han requerido intervenciones de la Guardia Civil y personal de costas por diversas incidencias, según su relato.
A pesar de estos desafíos, Pérez destaca el “gran potencial de este paraje costero” y afirma que ya están buscando una solución para preservar este entorno junto a Las Galletas.
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