El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha solicitado este viernes una negociación urgente para abordar la crisis migratoria que afecta al Archipiélago, haciendo especial énfasis en el reparto de menores migrantes no acompañados.
Clavijo propuso que en esta mesa de negociación participen el Gobierno de España, el Partido Popular (PP), y Junts, tras el bloqueo en el Congreso de la reforma de la Ley de Extranjería, votada en contra por estos partidos. “Al menos hay que intentarlo”, expresó el mandatario canario, subrayando que su gobierno no será cómplice de “normalizar una situación extraordinaria” y de que Canarias soporte en solitario la presión migratoria.
El presidente regional criticó al Gobierno central por no haber cumplido los compromisos adquiridos en una reunión informal de agosto, en la que se acordó proporcionar un informe sobre la distribución de los menores migrantes en las distintas comunidades autónomas. Además, recordó que su gobierno ha iniciado una revisión de los procedimientos para proteger los derechos de los menores y de los trabajadores que los atienden, y para otorgar cobertura legal a las ONG que gestionan la crisis.
El PSOE acusa al PP de ser el verdadero obstáculo
El portavoz del PSOE en el Parlamento de Canarias, Sebastián Franquis, respondió a Clavijo asegurando que la principal barrera para la distribución de los menores no es el Gobierno de España, sino el PP. Según Franquis, el Partido Popular votó en contra de la reforma de la Ley de Extranjería, lo que impidió que el reparto de menores fuera tramitado en el Congreso. A pesar de este revés, el PSOE sigue comprometido con el diálogo, subrayando que fue gracias a su iniciativa que en agosto se celebró una reunión “discreta” entre el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y representantes del PP para buscar una solución.
Franquis acusó a Clavijo de no señalar al PP, su socio de gobierno, como responsable del bloqueo en el Congreso, y advirtió que “el problema no está en Pedro Sánchez ni en el PSOE, sino en su socio de gobierno, que votó que no”.
NC pide que se negocie “las veces que haga falta”
Por su parte, el diputado de Nueva Canarias, Luis Campos, se sumó al llamado a negociar con todos los actores implicados, incluyendo al PP y Junts, pero fue crítico tanto con el Gobierno de España como con el PP. Campos destacó que la administración central ha sido lenta en tomar decisiones, aunque también consideró injusto decir que no han hecho nada. A su vez, acusó al PP de obstruir cualquier avance, argumentando que su voto en contra de la reforma de la Ley de Extranjería fue una muestra de su falta de compromiso.
Además, Campos criticó a Clavijo por no reprochar al PP, su socio de gobierno, por su rol en el bloqueo legislativo. También expresó su preocupación por las ambigüedades en torno a la posición del Gobierno de Canarias sobre la acogida de menores migrantes, pidiendo más claridad en la postura oficial.
Un panorama político fragmentado
El portavoz del PP en el Parlamento de Canarias, Juan Manuel García Casañas, atribuyó la responsabilidad de la crisis migratoria a Pedro Sánchez, argumentando que desde su llegada al Gobierno han desembarcado en las costas canarias más de 130.000 personas. Según el PP, las islas se han convertido en “la principal ruta de llegada” y en “la ruta de la muerte”. García Casañas justificó el rechazo de su partido a la reforma de la Ley de Extranjería, alegando que no se ha garantizado una financiación adecuada para los menores migrantes hasta que alcancen la mayoría de edad, ni se ha asegurado un reparto equitativo entre todas las comunidades autónomas.
“Votamos que no porque no nos vendemos. Anteponemos el bienestar de los canarios y de los niños y niñas a cualquier acuerdo político”, declaró el portavoz popular, en referencia a los pactos que, según él, buscan solo mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa. También criticó que se señale al PP como insolidario o racista por pedir más recursos y medidas de contención.