La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, anunció ayer un “paso clave” en el proyecto del tren del Sur, tras la adjudicación del contrato para la segunda actualización del estudio de impacto ambiental. Según informó Dávila, este paso servirá para reactivar una infraestructura fundamental para descongestionar las carreteras y reducir las emisiones de CO2. “Por el sur, circulan diariamente más de 125.000 coches al día”, recordó.
En palabras de la presidenta, el primer tramo prioritario, que conectará Costa Adeje con San Isidro (Granadilla), permitirá reducir hasta medio millón de desplazamientos diarios en coche, ayudando a descongestionar la TF-1, una de las vías más saturadas de la Isla”, añadió.
En este sentido, indicó que las obras pueden comenzar “dentro de este mandato y durarán unos cuatro años”, con lo que este primer tramo del tren estará listo, a más tardar, en el año 20231, según los cálculos que arrojó la Corporación insular.
Dávila subrayó la importancia de esta actualización, con un coste de 68.500 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, como un “punto de salida y no retorno” en el desarrollo del tren. “Con este informe estamos ya en el punto de partida para la construcción de la línea ferroviaria, con un coste estimado de más de 800 millones de euros”, señaló la presidenta, además de destacar que este tramo permitirá reducir hasta medio millón de desplazamientos diarios en coche.
Según calcula el Cabildo, el tren podrá transportar a más de 20 millones de pasajeros al año, añaden, convirtiéndose en el segundo sistema ferroviario más concurrido de España, solo superado por las cercanías de Madrid. Este tramo pretende conectar puntos cruciales para la movilidad y la economía de la isla, como la zona industrial de Las Chafiras, el aeropuerto de Tenerife Sur, el puerto de Los Cristianos y el hospital de El Mojón.
El sur enfrenta una crisis de movilidad que lleva años sin resolverse, algo que José Miguel Rodríguez Fraga, alcalde de Adeje, ha puesto en evidencia: “El gran problema de movilidad que tenemos en el sur sigue sin resolverse y es evidente que la solución no es única, debe ser la suma de diferentes proyectos”.
Fraga ha mostrado escepticismo respecto al tren como una solución inmediata, subrayando la necesidad de “atender primero a otras prioridades, como el tercer carril de la TF-1, el soterramiento de tramos de la autopista o el cierre del anillo insular”.
La alcaldesa de Granadilla de Abona, Jennifer Miranda, expresó ayer su frustración por la situación actual de la movilidad en el sur de Tenerife, subrayando que, mientras se planea una infraestructura de 800 millones de euros que, con suerte, estará operativa en 2031, “miles de tinerfeños y tinerfeñas siguen sufriendo cada día interminables colas”.
Miranda también destacó que la problemática no solo afecta a los vehículos en la autopista, sino también a los trabajadores que pasan “horas y horas” esperando en paradas de guaguas, como la de San Isidro, debido a la falta de líneas suficientes. “La ciudadanía del sur de Tenerife está cansada de las mismas promesas de siempre”, concluyó.
Por su parte, la alcaldesa de Arona, Fátima Lemes, fue más cautelosa en sus declaraciones, indicando que “es necesario esperar los resultados de la actualización del estudio de impacto ambiental para valorar el proyecto”. Sin embargo, reconoció la gravedad de los problemas de movilidad en el sur, donde se concentran flujos de turismo, mercado laboral y el puerto de Los Cristianos. “Podría ser una posible solución para mejorar el traslado diario desde otras partes de la Isla”, afirmó.
“Infraestructura paralizada”
Según la presidenta, esta infraestructura estratégica llevaba en parálisis desde el año 2019 debido a la falta de avances y la caducidad del primer estudio de impacto ambiental. “Hemos perdido unos años muy valiosos. Tener que actualizar el informe de impacto ambiental es consecuencia directa”, lamentó.
No obstante, Dávila se mostró optimista y aseguró que su equipo está comprometido a acelerar los trámites para que “el tren sea una realidad lo antes posible”. Además, mencionó que el proyecto será afrontado por fases y cuenta con el respaldo tanto del Gobierno de Canarias como del Gobierno de España, con vistas a incluirlo en la Red Ferroviaria de Interés General del Estado, lo que abriría las puertas a la financiación europea.