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El acoso a turistas desvirtúa la protesta contra el modelo económico de las Islas

La plataforma 'Canarias tiene un límite' pierde capacidad de convocatoria y credibilidad tras invadir ayer playas y zonas de baño, lo que ya ha generado repulsa en la prensa europea

Los convocados por la plataforma Canarias tiene un límite se explayaron ayer en varias zonas turísticas del Archipiélago en contra de un modelo de desarrollo económico que califican de “injusto e insostenible”. Ante el asombro, e incluso susto, de visitantes que disfrutaban de un soleado domingo de otoño, miles de personas protestaron al calor de la exitosa movilización del 20 de abril. Sin embargo, en esta ocasión brilló con menor intensidad. Más allá de los mensajes -razonados o exagerados-, las estampas que deja esta jornada proyectan una imagen -de hostigamiento y acoso- que compromete el prestigio del destino -la región de la Unión Europea con más viajeros extranjeros en 2023-, merman la credibilidad de los promotores de la acción y cuestionan el sentido de sus objetivos.
Según los cálculos de la Delegación del Gobierno, participaron casi 10.000 personas (en contraste con las 57.200 del 20A).

La concentración más multitudinaria fue la de Las Américas (Arona, Tenerife), con unas 6.500. Las de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria) y Puerto del Carmen (Tías, Lanzarote) registraron unos 1.500 asistentes. En Corralejo (La Oliva, Fuerteventura) la secundaron unos 350. No se han facilitado datos de Valverde (El Hierro) ni de La Carrilla (Los Llanos de Aridane, La Palma). También se programaron actos, simbólicos, en otras ciudades españolas y en Berlín.

Las consignas arremetían contra los “excesos” del turismo, la masificación, el tensionamiento del mercado de la vivienda y la percepción de que “nada ha cambiado”. Al finalizar el recorrido, se leyó un manifiesto en el denuncian el “inmovilismo” institucional y, a modo de ejemplo, la “falsa ecotasa” del Cabildo de Tenerife, de cobrar por acceder a sendero (el de Masca, en Buenavista del Norte): “Durante décadas nos han vendido el cuento de que Canarias vive del turismo y han tratado de convencernos de que no es un modelo que empobrece a muchos. Este modelo no funciona. Con mas de 18 millones de visitantes al año, nuestra calidad de vida se deteriora a pasos agigantados, con los sueldos mas bajos, la cesta de la compra más cara y un acceso a la vivienda imposible por la proliferación de viviendas vacacionales. Mientras las grandes empresas se lucran, aumenta la destrucción y la gente se ve abocada a luchar por sobrevivir”.

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