La ocasión lo merecía y, por eso, el Jefe de Estado Mayor del Mando de Canarias, Ramón Armada Vázquez, recibió en la noche del pasado jueves, junto a familiares y amigos, a la segunda rotación del contingente de Apoyo a Irak XX (A/I XX) en el aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía.
Después de completar con éxito su misión en el extranjero y tras seis meses de arduo trabajo, los militares de las unidades del Mando de Canarias del Ejército de Tierra y de la Agrupación de Apoyo Logístico 81 regresaron a casa junto a sus seres queridos, demostrando su compromiso y dedicación con la seguridad y la defensa de España más allá de nuestras fronteras.
El comandante Álvaro Alejandre, jefe del citado contingente A/I XX, compartió sus primeras impresiones nada más volver a pisar territorio español. “Pues volvemos con mucha alegría, la verdad”, reconoció este servido público antes de reconocer que “al final son seis meses, o sea que con muchas ganas de ver a la familia y de volver a España, que se echaba mucho de menos. Mucha emoción, la verdad, de eso, de poder ver a la familia otra vez. Todo el mundo con muchas ganas”.
Estas palabras reflejan el sentir generalizado entre los miembros del contingente tras finalizar una misión que ha supuesto un gran esfuerzo personal y profesional.
Al hacer balance de la misión, el comandante destacó que “la fortaleza de la misión ha sido, sobre todo, la gente. Es duro estar alejado de la familia, pero han demostrado que tienen mucha resistencia. Cuando han tenido que anteponer el trabajo a echar de menos a su familia, han tenido la fortaleza psicológica de estar allí y concentrarse en lo que tenían que hacer durante los seis meses. Eso ha sido clave. La misión ha salido perfecta, se ha cumplido, que era lo más importante”.
Por otro lado, recalcó la figura del soldado español. “Está muy preparado para trabajar codo con codo con nuestros aliados, cumpliendo con profesionalidad y dejando muy alto el nombre de España. Venimos con la satisfacción del deber cumplido y la certeza de que somos un aliado fiable para lo que pueda venir en el futuro”, añadió.
Alejandre realzó también el papel de las familias. “Ellos, al final, se llevan casi la peor parte. Saber que tienes el respaldo de tu familia en casa, que te apoyan en lo que estás haciendo y comprenden que tienes un deber que cumplir y es muy importante. Ese apoyo, incluso a distancia, es fundamental para poder concentrarse”.