El informe presentado por Exceltur, la patronal que agrupa a las principales empresas turísticas españolas, destaca que el crecimiento de las viviendas turísticas en Canarias sigue en aumento, con un impacto significativo en Las Palmas de Gran Canaria. La ciudad figura entre las diez grandes urbes españolas donde las plazas de vivienda turística ya superan ampliamente a las hoteleras.
En la capital grancanaria, se registraron 9.778 plazas en viviendas turísticas frente a 6.413 en hoteles, lo que representa casi un 50% más de capacidad en las primeras. Además, mientras la oferta de viviendas turísticas creció un 9,3% en el último año con 830 nuevas plazas, los hoteles redujeron su capacidad en 72 plazas, un descenso del 1,1%.
Este incremento no es exclusivo de Las Palmas de Gran Canaria, ya que otras ciudades españolas, como Málaga, Valencia o Sevilla, también presentan un predominio de viviendas turísticas. Sin embargo, en el caso canario, la presión turística generada por este modelo de alojamiento ha llevado a una percepción social negativa, según el informe de Exceltur.
Entre 2020 y 2024, el número de viviendas turísticas en Las Palmas de Gran Canaria se ha más que duplicado, pasando de 2.050 a 4.716 unidades. Este fenómeno ha impactado especialmente en los barrios de Puerto-Santa Catalina, La Isleta, Guanarteme, Vegueta y Triana, donde ya hay más viviendas destinadas al turismo que residenciales, según datos del Ayuntamiento de la ciudad.
La situación ha llevado al Consistorio a completar un estudio para solicitar al Gobierno de Canarias que declare toda la ciudad como zona tensionada, una medida contemplada en la Ley de Vivienda para intentar contener los precios de los alquileres en áreas con alta demanda.
La patronal turística concluye que este instrumento podría ser clave para frenar la expansión descontrolada de este tipo de alojamiento, que en Canarias continúa generando debate sobre su impacto económico, social y residencial.