La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha lanzado una alerta alimentaria después de que las autoridades de Francia alertaran sobre la posible contaminación con Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC) en quesos de la marca Jean Perrin. Estos productos han sido comercializados en distintos puntos de España.
Los productos afectados incluyen lotes con fecha de caducidad hasta marzo de 2025, dependiendo del tipo de queso, y han sido identificados como potencialmente riesgosos. Para asegurar su retirada del mercado, la AESAN ha notificado la alerta a las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) y al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Como medida de precaución, las autoridades sanitarias aconsejan a los consumidores evitar su consumo y, si ya los tienen en su domicilio, deshacerse de ellos o devolverlos al punto de compra.
Según la alerta de la AESAN, los quesos contaminados con esta bacteria son los siguientes:
- Tabla Morbier, Comté 12M y St Vernier (300 g)
- Tabla Morbier, Comté 12M y Édel Cléron (300 g)
- Raclette 3 Sabores Morb-LC-Most (540 g)
- Morbier 1/4 Rueda (1,8 kg)
- Morbier Rueda (6,5 kg)
¿Qué es la Escherichia coli y cómo puede afectar a la salud?
La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria que forma parte de la flora intestinal normal de los seres humanos y otros animales. Aunque la mayoría de sus cepas son inofensivas e incluso beneficiosas para la digestión, algunas variantes pueden causar infecciones graves.
Entre las más peligrosas se encuentra la E. coli productora de toxina Shiga (STEC), capaz de provocar enfermedades gastrointestinales con síntomas como diarrea severa, vómitos y fiebre. En casos más graves, puede derivar en el síndrome urémico hemolítico (SUH), una afección que afecta los riñones y puede ser potencialmente mortal, especialmente en niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La transmisión de E. coli suele ocurrir a través del consumo de alimentos o agua contaminados, el contacto con animales infectados o una higiene inadecuada al manipular alimentos. Para prevenir infecciones, las autoridades sanitarias recomiendan cocinar bien los alimentos, evitar el consumo de productos crudos de origen animal y mantener una correcta higiene de manos y utensilios en la cocina.