La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife pide un total de 14 años y medio de cárcel para tres personas a las que considera autoras de un delito de intento de estafa y robo, del que fue víctima un repartidor, a quien le sustrajeron unas pizzas y tarjetas de crédito que no pudieron utilizar porque fueron canceladas previamente.
A uno de los acusados, la Fiscalía le solicita seis años de prisión; cuatro años para la joven y el otro encausado por robo con intimidación. A uno de ellos se le suman cinco meses por un presunto delito de estafa en grado de tentativa, mientras que en otro concurre el agravante de multirreincidencia.
Los tres procesados abordaron al trabajador y, tras agarrarlo por la espalda y ponerle un cuchillo en el cuello y el pecho, le dijeron: “Dale las pizzas a mi mujer, dame todo lo que tengas, no empeores las cosas”.
De esta manera, se hicieron con dos pizzas, una riñonera con 50 euros, las llaves de su domicilio y vehículo, un abono de transporte, documentación personal y dos tarjetas bancarias, una de ellas perteneciente a su pareja.
Sin embargo, cuando intentaron abonar al menos dos servicios de taxi por importes de 10 y 13,5 euros con las tarjetas, los pagos fueron rechazados.
Uno de los acusados ya había sido condenado en otras ocasiones: a nueve años de prisión por robo con violencia y a dos meses de multa por un delito de lesiones leves.
La mujer también tenía antecedentes cancelables, mientras que el tercer acusado había sido condenado a seis meses de cárcel por un delito de robo con fuerza.
A consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió un episodio de ansiedad que le obligó a tomar un día de baja laboral.
Por auto del Juzgado de Instrucción, se acordó como medida cautelar la prisión provisional comunicada y sin fianza de uno de los acusados.
En cuanto a la responsabilidad civil, el Ministerio Público pide que indemnicen a la víctima devolviéndole los 50 euros sustraídos y otros 250 por daños morales.