tribuna

¿ATI-CC Y Vox juntos? Que “naide” se extrañe

Coalición Canaria es un artificio que, desde sus orígenes, gira alrededor de una facción muy importante de la derecha tinerfeña que, con un instinto de poder heredado generación tras generación, se aglutinó en la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), rehaciéndose del desconcierto que les produjo el desmoronamiento de UCD y el éxito del PSOE en las generales de 1982, en las primeras elecciones al Parlamento de Canarias y en las elecciones a Ayuntamientos y Cabildos, todas en 1983. Sus mensajes eran típicamente postfranquistas: contra la izquierda y contra un enemigo exterior, que da lo mismo que sea la pérfida Inglaterra que el Sanedrín de canariones que quieren despojar a Tenerife de todo. Se convertían expresamente en continuadores del pleito insular, que ha lastrado la vida de las Islas durante demasiado tiempo y que en opinión de gente como yo es un delito de “lesa canariedad”, del que sólo han obtenido beneficios las clases dirigentes de las Islas capitalinas, Tenerife y Gran Canaria, y el centralismo.

Sus éxitos electorales espectaculares se han producido cada vez que han aglutinar todo el voto desde el centro-derecha hasta el de la extrema derecha. Y, por lo tanto, también el apoyo electoral de sectores sociales que apoyaron la Dictadura. No sólo se adhirieron a ATI renombrados cargos públicos del franquismo, sino una buena parte de la base social tinerfeña y del empresariado usufructuario del Régimen del General Franco. Por eso se disputan todo ese espectro social y electoral con el Partido Popular. La incorporación a ATI/CC en Tenerife de prófugos de la izquierda procedentes de algunos grupos cristianos progresistas y de restos del Partido Comunista de España vinculados estrechamente a José Carlos Mauricio, han servido sólo de maquillaje; pero desde el punto de vista del arraigo social y electoral en la Isla de Tenerife, han sido meramente irrelevantes. Pero eso sí: alguno y alguna han destacado especialmente por su sectarismo anti-PSOE.

La herencia estalinista y el síndrome de los conversos hacen una coctelera que ¡agüita!. Lo saben. Y tanto que lo saben, que han venido emitiendo mensajes y manteniendo ticks característicos de la ultraderecha ante temas tan serios como el de la llegada de emigrantes (el nuevo “enemigo exterior”), en los momentos de mayor afluencia de pateras y cayucos y de su impacto social. Fueron ellos los promotores y convocantes de la primera -y afortunadamente fracasada- manifestación de tintes xenófobos durante la primera gran oleada migratoria de 2006. Lo han venido haciendo con la situación de los menores no acompañados. Y si el boicot del PP, explícitamente xenófobo y, permítanme, colonialista al reparto de los menores (¡que se queden en Canarias!) lo hubiera protagonizado el PSOE, los exabruptos y denuncias no cabrían en los titulares de su aparato “informativo”-propagandístico. Y las rupturas de gobiernos, si los hubiera o hubiese, con los socialistas habría sido fulminante. ¿Recuerdan el pretexto con el que, desde dentro del propio Gobierno de Canarias, censuraron a Jerónimo en 1993? Yo sí. Sus liderazgos no se alcanzan “por virtud de ningún talento o sabiduría especiales”, como decía Noam Chomsky (en Hegemonía o Supervivencia), “sino por la subordinación voluntaria a los sistemas de poder fáctico y por lealtad a sus principios operativos”.

En canario: a los intereses de lobbys empresariales, que son perfectamente identificables tras cualquier decisión o política relevantes de las Instituciones que controlan. Y el inefable líder actual es un ejemplo insuperable al respecto. Desde su etapa en la alcaldía de La Laguna exhibía maneras, sobre todo “inmobiliarias”. Ni me refiero a tantos miles de empresarios que bregan en buena lid para sacar adelante sus proyectos y mantener sus empresas y sus puestos de trabajo, ni es esto ninguna diatriba contra militantes y votantes de (ATI) Coalición Canaria. Me refiero sólo a quienes están en todo este mejunje, saben perfectamente lo que hacen y están dispuestos a seguir tratando a las Instituciones canarias como sus particulares franquicias. Que es exactamente lo que rechazamos unos “buenos pocos de canarios”, entre los que me “jallo”. De forma que tan necesario es para ATI/CC mantener acotado el crecimiento de la extrema derecha en las elecciones municipales, insulares y al Parlamento de Canarias, especialmente en Tenerife, como para el PP en las elecciones generales. Compiten por buena parte de los mismos apoyos sociales y electorales y por los mismos patrocinadores empresariales.

Y, justamente por eso, son aliados naturales. Y si al tal Clavijo le hubiera sido imprescindible un voto de VOX, es decir de los que se sienten y actúan como herederos de un Régimen dictatorial, ultracentralista y que practicó el terrorismo de Estado, para calzarse la presidencia del Gobierno y mantenerse en ella, lo habría hecho sin pensárselo dos veces. El fichaje de la eximia alcaldesa de Mogán, estos pactos y los que hagan falta con los herederos del franquismo y la instigación de las ruindades contra Ángel Víctor (y las que te rondaré morena), la última protagonizada por inmarcesible Sanginés acusando al líder socialista, que es la persona honesta que goleó a Clavijo en las elecciones de “abrir de par en par a la corrupción las puertas de la Comunidad Autónoma en un Senado completamente degradado”, son el mejor retrato de quién el individuo que se define como canario, “ni de derecha ni de izquierdas”.

Dios nos libre. Porque siente el blindaje que le proporciona un enjambre de medios de comunicación que le brindan sus esponsores empresariales, el control omnímodo de los de titularidad autonómica y, también hay que decirlo, la Cadena SER de las colonias. Como el colonialismo de siempre: los valores que se pregonan en las metrópolis (en este caso, la objetividad, la veracidad y el contraste de la información) se pisotean en los territorios y pueblos de ultramar. Perdón, ultraperiféricos. Supongo que algún conocimiento tendré de quiénes son, qué representan y cómo se las manejan (particularmente en el plano de la manipulación de la opinión pública),después de más de 30 años en la oposición a lo que son y representan, como para exclamar: que “NAIDE” se sorprenda!

Es lo que son y esto no es más que un punto y seguido. Ah!!… y pa´ que no se me olvide: ¡ánimo Jennifer! ¡muy orgulloso de Vd. y del Gobierno granadillero!

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