“Reventará el mercado”, “una trastada”, “un mercado inviable”, así de contundentes se manifiestan algunos bodegueros de Tenerife consultados por Diario de Avisos ante la posibilidad de que se haga realidad el arancel del 200% al vino europeo con el que ha amenazado Donald Trump.
No obstante, confían en que la medida, finalmente, no se aplique dados los vaivenes del presidente de Estados Unidos a la hora de aprobar algunas de sus amenazas y también que la Comisión Europea esperará a mitad de abril para activar en bloque las medidas de represalia, por un valor que podría alcanzar los 26.000 millones de euros, diseñadas para responder al 25% de aranceles al acero y aluminio europeo que Estados Unidos impone a las importaciones europeas desde el pasado 12 de marzo, a pesar de que inicialmente anunció un primer paquete desde el 1 de abril.
Según los datos que maneja AVIBO, la Asociación mayoritaria de Viticultores y Bodegueros de Canarias, las Islas exportan unas 140.000 botellas anualmente al mercado estadounidense, con un valor aproximado de 1,2 millones de euros. Este resultado, señalan, “refleja el esfuerzo y el compromiso del sector en su conjunto”.
No es la primera vez que el sector vitivinícola canario se enfrenta a esta situación. Durante el primer mandato de Donald Trump se impuso un arancel del 25% al que los bodegueros hicieron frente “compartiendo el impacto económico: sacrificamos un 10% de nuestro beneficio, el importador/distribuidor asumió otro 10%, y el 5% restante se trasladó al producto”. La llegada de Biden a la Casa Blanca acabó con el arancel.
Juan Jesús Méndez, presidente de AVIVO y de la DOP Islas Canarias, ha señalado a este periódico que confía que esta órdago de Trump no se llegue a ser realidad porque Canarias exporta anaulamente a EEUU. 140.000 botellas. Esta media de Trump es “cerrar las puertas” para que los vinos, destilados y otros productos agroalimentarios de la UE no entren en el país norteamericano.
El presidente de la DOP Islas Canarias no cree que se pueda materializar esta amenaza de aranceles porque afectará muy especialmente a los grandes productos españoles y franceses, así como a la región de champagne. Sería toda una declaración de guerra a los productos de la UE en venganza por los aranceles que le ha impuesto Europa al acero y al aluminio.
Los importadores de EE.UU. viven momentos de alarmismo porque este tipo de medidas suponen una gran pérdida de puestos de trabajo en el sector ya que el país norteamericano es el mayor importador de vino del mundo, a la vez que las bodegas de Europa son las mayores exportadores de este producto.
Méndez no ve problemas a la hora de colocar en otros países el vino que se exportaba a EE.UU.. en caso de que se aprueben los aranceles, pero admite que un restaurante de Nueva York es un “escaparate brutal y ofrece una gran visibilización de los vinos canarios en todo el mundo”. Este es quizás el “mayor daño que nos pueden hacer, después de muchos años de trabajo para posicionarnos en EE.UU.”.
Este esfuerzo, sin embargo sería inviable con un arancel del 200% y “reventaría todo el mercado”, según Felipe Monje, de Bodegas Monje, que exporta a Estados Unidos unas 20.000 botellas. Para Agustín García Farrais, de Bodegas Tajinaste, que envía 6.000 botellas sería “una trastada” y Juan Francisco Fariña de Bodegas Los Loros, que exporta a Estados Unidos el 40% de su producción, afirma que “habría que buscar otros mercados”. En esa línea coincide con Felipe Monje. Ambos hablan de explorar el mercado europeo (Holanda y Polonia, por ejemplo) y el mercado asiático con Japón y Corea como plazas interesantes. Monje, además, cree que “el mercado local tiene un potencial tremendo” por la venta de vino a los turistas que nos visitan.
Por su parte, AVIBO destaca que “llevamos 17 años trabajando de manera constante e insistente en el mercado americano, lo que nos ha permitido alcanzar un importante posicionamiento y reconocimiento para los vinos de las Islas, logrando llegar a un número significativo de profesionales y prescriptores claves”. De confirmarse, el anunciado arancel del 200% “haría inviable continuar nuestras actividades en el mercado americano, obligándonos a detener las exportaciones hasta que estas medidas sean revertidas, lo que pone en grave riesgo el posicionamiento que hemos construido con años de esfuerzo y dedicación, y que ha supuesto una inversión considerable para todos los actores involucrados”.
