El incendio que asoló parte de la catedral de Notre-Dame en 2019, una de las construcciones arquitectónicas más famosas del mundo, supuso un punto de inflexión en la historia reciente del monumento.
En su reconstrucción participan numerosos restauradores, arquitectos y expertos en obras del gótico francés para tratar de que recupere su aspecto previo al accidente. Aunque los cimientos no se vieron afectados, tanto el pináculo como parte de la cubierta y algunos de sus bienes muebles más preciados sufrieron graves daños a causa de las llamas.
Unos efectos que, por ahora, se siguen tratando de paliar tras haber cuantificado los importantes daños originados por una imprudencia.
El papel de Algeco en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame
Un desafío. Así califica el equipo de la firma su labor en la reconstrucción de la catedral parisina.
Y es que, a sabiendas de que no era un proyecto cualquiera y de la importancia que tenía comenzar cuanto antes las labores de restauración de uno de los monumentos arquitectónicos más relevantes del panorama artístico mundial, todo su equipo decidió implicarse al máximo desde que recibieron el encargo para habilitar un espacio lo suficientemente amplio y resistente para el equipo de restauradores.
“Teniendo en cuenta que el incendio se produjo el 15 de abril y que el encargo lo recibimos para que estuviera finalizado el 6 de mayo, podemos decir que el proyecto era todo un desafío”, explican desde la propia firma.
“Sin embargo, la enorme experiencia de nuestros profesionales y la dedicación y el esfuerzo que les caracteriza hicieron posible disponer de una base de vida al pie del claustro, una de las mayores urgencias en esos momentos, compuesta por 18 módulos Origin totalmente equipados y dos columnas de escaleras en jaula, que pudimos instalar en un solo día”, afirman.
Esa titánica labor fue vital para poder comenzar cuanto antes las labores de estudio de daños y restauración de las partes dañadas, un aspecto sobre el que tanto las autoridades francesas como el equipo implicado en el montaje de los módulos estaban al tanto.
Tras las primeras semanas desde que se produjese el incendio, la implicación del equipo fue aumentando gracias a las buenas sensaciones transmitidas tras el primer encargo, donde el equipo de Algeco supo dar una respuesta eficiente en tiempo récord en un proyecto de gran envergadura.
“El 1 de julio de ese año, menos de dos meses después de a ver montado los 18 módulos Origin, en Algeco nos encargamos de otro proyecto relacionado con la restauración de Notre Dame: el alojamiento de arquitectos y contratistas cuya labor iba a resultar fundamental para coordinar y ejecutar las labores en las partes dañadas de la catedral”, añaden.
Un proyecto de gran complejidad
Según narra el propio equipo de Algeco, el de Notre Dame ha sido uno de los trabajos más complejos en los que han trabajado por la envergadura del proyecto y la relevancia de disponer de espacios modulares adecuados.
“En la primera fase del proyecto instalamos 18 módulos Origin, pero en julio añadimos otros 18 de la gama Origin y Advance Confort. Hasta ahí el problema eran los plazos, pero el reloj no era nuestro único enemigo: también jugó un papel importante el plomo”, comentan miembros del equipo implicado en el montaje.
Al poco tiempo de detectar niveles alarmantes de plomo, el Prefecto de París decretó el cierre del lugar para evitar problemas asociados a la contaminación por este metal pesado. “Se organizó un equipo de crisis en el que se llegó a una conclusión: la continuidad de las labores de restauración estaba condicionada al hecho de que en Algeco tuviéramos la capacidad de instalar esclusas de descontaminación para 50 operarios”, comentan.
A pesar de su enorme experiencia proporcionando soluciones de arquitectura modular, este tipo de edificación era algo a lo que en Algeco rara vez se habían enfrentado. Sin embargo, la eficiencia de todo su equipo logró dar una rápida respuesta para ese mismo verano.
“La primera entrega, compuesta por 10 módulos de esclusas de aire, se entregó el 2 de agosto. Aunque estresante, fue un duro trabajo que tuvo una implicación directa muy positiva en las obras de restauración de la catedral, que pudieron reanudarse el día 23 de ese mismo mes”, explican.
Experiencia, dedicación y gran capacidad de resolución
Si algo ha demostrado la crisis del incendio de Notre Dame es que Algeco es una garantía segura a la hora de abordar cualquier problema relacionado con la arquitectura modular, independientemente de la complejidad o envergadura del proyecto.
Creciéndose ante el desafío, en Algeco echaron mano de su experiencia y de la profesionalidad de todos sus integrantes para dar respuesta no solo al proyecto inicial en tiempo y forma, sino para hacer frente a los desafíos imprevistos que surgieron como consecuencia del propio siniestro.
La coordinación entre los distintos equipos implicados, así como la capacidad logística de Algeco, fueron puestas a prueba en los primeros compases del proyecto, que contaba con unas deadlines muy agresivas que, no obstante, en Algeco cumplieron con creces.
Por otra parte, la aparición sin previo aviso de nuevas dificultades ha demostrado la enorme capacidad resolutiva de los profesionales de Algeco, que fueron capaces de poner solución al problema de la contaminación por plomo en tiempo récord.
“A pesar de los momentos de estrés y de la complejidad técnica de algunos aspectos del proyecto, en Algeco estamos tremendamente orgullosos por poder formar parte de la restauración de Notre Dame y contribuir, con nuestra dedicación y nuestra experiencia, a las labores de restauración de la catedral de Notre Dame de París”, sentencian.