En un emocionante hallazgo arqueológico que ha capturado la atención de la comunidad científica internacional, un grupo de investigadores y arqueólogos ha desenterrado fragmentos de un cráneo peculiar en un sitio arqueológico ubicado entre Tel Aviv y Jerusalén, en Israel. El descubrimiento, realizado en 2021, plantea la posibilidad de una población de Homo previamente desconocida que habitó la región hace aproximadamente entre 140.000 y 120.000 años.
El equipo de científicos, liderado por Israel Hershkovitz y Yossi Zaidner, junto con sus colaboradores, ha especulado sobre la existencia de esta nueva población de homínidos, a la que han denominado «Nesher Ramla Homo». Según sus investigaciones, es probable que estos antiguos habitantes hayan compartido genes y cultura con las poblaciones vecinas de Homo sapiens a lo largo de miles de años.
Los restos fósiles encontrados incluyen el hueso temporal derecho, la parte posterior/lateral del cráneo y casi toda la mandíbula inferior. Tras un minucioso análisis, el equipo científico llegó a la conclusión de que los fragmentos pertenecían a un individuo que no encajaba completamente con la descripción de Homo sapiens, pero tampoco se asemejaba a los neandertales, la única otra especie de homínido conocida que habitó la región. El hueso temporal exhibe características «arcaicas» que difieren sustancialmente de las de los Homo sapiens tempranos y recientes, y además, es notablemente más grueso que los huesos encontrados en los neandertales. Asimismo, la mandíbula presenta rasgos arcaicos que también se asemejan a los de los neandertales.
Los científicos plantean la hipótesis de que esta población de Homo podría haber estado ubicada en un punto intermedio entre estas dos especies, representando posiblemente uno de los últimos ancestros comunes de los neandertales y los humanos modernos.
LOS ARQUEÓLOGOS Y CIENTÍFICOS ESPECULAN SOBRE SU ANTIGUEDAD
La Dra. Marta Lahr, paleoantropóloga y directora del Laboratorio Duckworth de la Universidad de Cambridge, ha destacado la importancia de este descubrimiento, señalando: «Sin embargo, la edad del material de Nesher Ramla, las afinidades morfológicas y arqueológicas no coincidentes y la ubicación del sitio en el cruce de África y Eurasia hacen de este un descubrimiento importante».
Este hallazgo arqueológico podría arrojar luz sobre ciertos descubrimientos anteriores, como el caso de la Dama de Tabun, un hallazgo famoso realizado por arqueólogos en 1932, que probablemente también pertenezca a esta potencialmente nueva población de homínidos. Si se confirma esta hipótesis, podría tener un impacto significativo en nuestra comprensión de la evolución humana.
Por qué este descubrimiento es importante
Es importante destacar que algunos científicos mantienen un escepticismo saludable ante esta teoría. El paleoantropólogo John Hawks, en su blog, sugiere que podría haber otras explicaciones además de la existencia de una nueva población de Homo sapiens previamente desconocida. Según Hawks, la idea de una población separada y duradera en el suroeste de Asia es provocativa, pero plantea la posibilidad de que los fragmentos estén relacionados con los denisovanos, una población arcaica de homínidos estrechamente vinculada a los neandertales y los primeros seres humanos. Esta es solo una de las múltiples teorías que se están debatiendo en la comunidad científica y que rivalizan con la cueva encontrada en España de 16.000 años de antigüedad.
Aunque aún no se ha confirmado definitivamente si Nesher Ramla Homo representa realmente una nueva población de Homo, este descubrimiento promete abrir nuevas puertas en la investigación de la evolución humana. Se espera que futuras investigaciones y análisis adicionales arrojen más luz sobre este misterio paleoantropológico y ayuden a esclarecer la verdadera identidad de estos antiguos habitantes de la región entre Tel Aviv y Jerusalén en Israel.