Todos tenemos o hemos tenido (o, por lo menos, utilizado) una báscula de las de toda la vida. Una báscula que nos arroja nuestro peso y ya está. Sin embargo, estas básculas nos han estado engañando. Para conocer nuestra situación real, necesitamos una báscula de bioimpedancia. Hoy, te contamos qué son y por qué debes tirar tu vieja báscula.
¿Qué es una báscula de bioimpedancia?
Una báscula de bioimpedancia es un tipo de báscula que aporta mucha más información que las básculas tradicionales. Mientras que las básculas de toda la vida únicamente te indican tu peso, lo que hacen las básculas de bioimpedancia es darte datos sobre tu porcentaje de grasa, de músculo o de agua, además del peso.
¿Y por qué son importantes estos datos? Pues porque si sólo mides el peso, no tienes apenas información. Piensa, por ejemplo, que los culturistas, si analizamos solo la relación entre su altura y su peso (es decir, su índice de masa corporal), dan sobrepeso o, incluso, obesidad.
Y, evidentemente, no son obesos ni tienen sobrepeso. ¡Si son pura fibra! ¡Son culturistas! Lo que eso nos indica es que medir el peso es insuficiente si queremos entender por completo la situación de nuestro organismo.
¿Cómo funciona una báscula de bioimpedancia?
Nuestro organismo acostumbra a tener entre un 50 y un 70% de agua repartido entre nuestros órganos, huesos, piel, músculos, etc. Y sucede que el agua es un muy buen conductor de la electricidad, como supongo que ya sabes.
También sucede que los diferentes tejidos del organismo tienen diferentes niveles de agua. Por ejemplo, la grasa sólo tiene un 10% de agua, mientras que el músculo tiene un 76%. Por tanto, la electricidad pasa mucho peor por la grasa que por el músculo.
Las básculas de bioimpedancia se aprovechan de esto. Miden el tiempo que tarda la corriente en pasar por el cuerpo y, en función de algunos parámetros (edad, raza, peso, altura…) pueden determinar con bastante precisión cuánta grasa y cuánto músculo hay en el cuerpo.
A partir de aquí, lo único que tienen que hacer estas básculas es ofrecerte los datos completos: Cuánto pesas, qué porcentaje de grasa tienes y dónde está localizada, y qué porcentaje de músculo tienes.
¡Una información mucho más completa que la que dan las básculas tradicionales!
Como puedes ver, las básculas de bioimpedancia son una auténtica revolución a la hora de entender nuestro cuerpo y medir nuestro peso. ¡Tira tu vieja báscula! ¡No sirve! Para un completo entendimiento de tu cuerpo, lo que necesitas es una báscula de bioimpediancia.