La Gendarmería mauritana ha desmantelado en Nuakchot una red de emigración ilegal, gracias a informaciones recogidas el pasado viernes al interceptar un cayuco con sesenta inmigrantes a bordo que salían hacia Canarias, según han informado a Efe fuentes de seguridad.
La red operaba en Sebkha, al suroeste de la capital, un barrio muy conflictivo, poblado principalmente por migrantes llegados de distintos países subsaharianos.
Los detenidos -no se precisó su número ni su nacionalidad- han reconocido haber organizado varias operaciones de emigración ilegal, tanto hacia Mauritania como a partir de este país hacia otros destinos en Europa, por lo que serán presentados ante la fiscalía para su persecución judicial.
La red fue desmantelada tras las investigaciones iniciadas el pasado viernes, cuando la Gendarmería interceptó una patera ocupada por malienses y senegaleses en las costas de Nuadibú, extremo norte del país.
Los pasajeros del cayuco dijeron que habían pasado varios días en Nuadibú hasta esperar el momento preciso para zarpar, y la elección de esa ciudad se explica por ser el lugar de Mauritania más cercano para llegar hasta las Islas Canarias.
La operación de Nuadibú y su continuación en Nuakchot se producen justo después de que el ministro mauritano del Interior, Mohamed Salem Ould Merzoug, visitara la semana pasada Madrid para «reforzar la cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo y la inmigración irregular».
Desde hace más de una década, la Policía Nacional y Guardia Civil mantienen desplegados en Nuadibú sendos destacamentos para labores de patrullaje marítimo, aéreo y terrestre en coordinación con las fuerzas de seguridad mauritanas.
Esto no ha impedido que en 2020 se haya incrementado considerablemente el número de salidas de cayucos desde las costas mauritanas, siempre con destino a Canarias, aunque en un número que no tiene comparación con el tráfico procedente de las costas del Sáhara Occidental controladas por Marruecos.