Elizabeth, una pequeña de solo 22 meses, vomitó el pasado jueves la bebida -aparentemente un zumo de manzana- que habían pedido para ella sus padres en el restaurante de un hotel. El líquido en cuestión resultó ser detergente, que, al ser expulsado por la bebé, cayó sobre su vestido y le quemó la piel, según informó Le Parisien. Todo ocurrió en Pornic (Francia).
El citado medio apunta a una»negligencia grave», a raíz de la cual la niña ha tenido que ser hospitalizada en el CHU de Nantes, donde se le ha inducido a un coma artificial. «No se debate entre la vida y la muerte, pero puede perder el esófago», indicó su padre.
El restaurante La Fontaine aux Bretons, por su parte, permanece pendiente del estado de la niña y ha adelantado que realizará una investigación para averiguar qué ocurrió con exactitud, aunque ya ha declarado que se debió a un error humano.
La hipótesis que se baraja es que uno de los empleados dejó el producto en un recipiente utilizado para zumo y abandonó la cocina. Otro de ellos habría guardado el recipiente en la nevera pensando que se trataba de un zumo. Un tercer camarero habría servido la bebida.
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