Durante años, las Islas Canarias y han sido reconocidas como el destino ideal para quienes buscan disfrutar del sol, la arena y la rica cultura autóctona.
No obstante, en los últimos tiempos, el escenario turístico ha experimentado una transformación con la aparición de un nuevo segmento: los turistas de alto nivel adquisitivo que optan por villas privadas en lugar de las tradicionales habitaciones de hotel.
Esta tendencia puede ser una de las soluciones para ayudar a aliviar el problema de la superpoblación turística, una dificultad que ha afectado a muchas zonas turísticas de Canarias.
Según el Informe de Sostenibilidad del Turismo 2022 del Observatorio Turístico de Canarias, existe un alto grado de satisfacción entre los residentes con respecto al turismo. Específicamente, en Lanzarote, que posee una alta relación de turistas por residente, los beneficios que proporciona el turismo son muy apreciados.
Las villas privadas, enfocadas en proporcionar una experiencia exclusiva y lujosa, contribuyen a la dispersión de los visitantes, evitando así la saturación de grandes hoteles y reduciendo la carga sobre los recursos e infraestructuras locales.
De manera significativa, Lanzarote y Fuerteventura, las islas con la mayor relación entre turistas y residentes, muestran las más altas valoraciones en cuanto a los beneficios del turismo. Esto sugiere que la gestión turística en Lanzarote es eficiente.
Sin embargo, la preferencia por las villas privadas no se debe únicamente a la sostenibilidad, sino que también se trata de calidad. La prueba de ello son los múltiples portales que listan todo tipo de villas privadas en Lanzarote, la mayoría de las cuales tienen una calificación de “muy buena” o “excelente”.
Además, los turistas de alto poder adquisitivo fomentan actividades más sostenibles como son las visitas a Timanfaya o Cuevas de los Verdes. Esta inclinación hacia experiencias más allá de ‘turismo de borrachera’ hace aún más atractiva la importancia de un turismo de calidad que respeta y mejora el patrimonio local.
En último término, las proyecciones para este modelo de turismo son bastante buenas. Con un índice de recomendación de Canarias de 8,95 de 10, está claro que los visitantes están disfrutando de sus experiencias en las islas. Y dado que el 83,2% de la población local respalda la promoción del turismo, el futuro de estas iniciativas parece prometedor.
En conclusión, Canarias y más concretamente Lanzarote se está posicionando como un destino ejemplar para el turismo de calidad, donde las villas privadas son sinónimo de lujo, sostenibilidad y respeto por la cultura autóctona.
Este enfoque innovador del turismo no solo asegura la conservación del entorno de la isla, sino que también augura un futuro donde el turismo beneficia de manera equitativa y sostenible tanto a los visitantes como a los residentes.
¿Y a ti, qué te parece este tipo de turismo? ¿Está yendo Canarias por el buen camino?