Esto es algo que le suele pasar a muchas personas cuando se van de viaje, conseguir que no te den la peor habitación en un hotel, para evitar esto, se requiere de una serie de trucos, tal y como ha señalado Michael Rewers, un representante de ventas de una compañía energética europea, que viaja de forma frecuente y que ha compartido sus experiencias en el diario digital Usa Today.
Rewers deja claro que lo primero que tienes que entender es que no hay hoteles sin habitaciones malas, digan lo que digan, solo tienes que luchar contra los posibles errores que te colocarán en ellas”.
Los expertos en esta materia aseguran que los huéspedes que pagan la tarifa completa tienen muchas menos probabilidades de terminar en una mala habitación de un hotel, pero también es importante no reservar a través del sitio equivocado como se suele hacer, porque si se hace en webs en las que ofrecen descuentos muy jugosos, no recibes el mismo trato.
“Yo dejé de reservar por Internet desde hace un tiempo y ahora reservo directamente. La gente está cansada de ser tratada como ciudadanos de segunda clase”, dice Rewers.
Registrarse el último o después de medianoche para una reserva garantiza una mala habitación casi seguro, al igual que si eres grosero con el recepcionista, pero también es buena idea pedirle, siempre educadamente, que no te aloje cerca de la máquina de las bebidas, el ascensor, o el grupo de música que ameniza la cena. Por lo general, funciona.