El cuerpo humano es un libro abierto que, a menudo, nos da señales sutiles y evidentes sobre su estado general de salud. Uno de estos indicativos, que puede pasar desapercibido para muchos, es el color de nuestra lengua. A través de este órgano vital, el organismo puede revelarnos señales claras de posibles afecciones que podríamos estar ignorando.
La boca, un órgano que usamos constantemente para hablar, comer o respirar, es a menudo descuidada en cuanto a los signos que puede ofrecernos. Específicamente, la lengua puede ser una ventana a nuestra salud. Este órgano muscular, lleno de papilas gustativas y encargado de numerosas funciones, podría estar tratando de comunicarnos sobre deficiencias vitamínicas o enfermedades más graves.
Un estudio reciente liderado por expertos de la prestigiosa Universidad de Harvard ha arrojado luz sobre este tema. La investigación, conducida por la Escuela Médica de Salud de Harvard, subraya que ciertos tonos o manchas en la lengua pueden ser indicativos de enfermedades o deficiencias nutricionales. Sin embargo, también es importante recordar que ciertos colores pueden ser el resultado de consumir alimentos con colorantes intensos. Por ello, mantener una adecuada higiene bucal y realizar chequeos médicos regulares es esencial.
Estudio de salud sobre la lengua
Entonces, ¿qué nos dice el color de nuestra lengua sobre nuestra salud? Existen varios tonos que deberían encender nuestras alarmas como sucede con otro estudio sobre el color y olor de la orina:
Azul-negro: Podría estar relacionado con un trastorno de pigmentación llamado tatuaje de amalgama.
Pálida y lisa: Es posible que estemos ante un caso de glositis atrófica, en la cual los músculos de la lengua se ven afectados.
Rojo fresa: En niños, este tono puede ser síntoma de la enfermedad de Kawasaki o del síndrome inflamatorio multisistémico, relacionado con la COVID-19.
Rojo liso: Puede estar causado por una inflamación de la lengua o por falta de niacina.
Otros signos en la lengua que podrían ser motivo de preocupación incluyen:
Lengua marrón o negra: Se da cuando las papilas gustativas crecen excesivamente, atrapando bacterias y partículas que generan esa pigmentación.
Manchas o llagas blancas: Podrían ser provocadas por diabetes, VIH, tratamientos de cáncer, uso de antibióticos, tabaquismo, sequedad bucal, entre otros. En casos extremos, podrían ser signo de cáncer oral.
Llagas rojas o amarillas: Comúnmente son aftas, pero en situaciones excepcionales, podrían indicar cáncer oral.
Rojo brillante: Es una señal de deficiencia de vitamina B12 o de una infección llamada escarlatina.
Sin embargo, ante esta amplia gama de posibilidades, es relevante saber que una lengua en buen estado suele presentar un tono rosado, sin marcas, manchas o lesiones. Por lo tanto, si tu lengua presenta un color, textura o lesión inusual, lo más recomendable es acercarse a un especialista.
La salud es un bien precioso, y el cuerpo tiene múltiples formas de manifestarnos su estado. La lengua, como epicentro de tantas funciones esenciales, es uno de esos canales comunicativos que no deberíamos ignorar.