Consternación en todo un país, sucedió en el estado en Florida (EEUU), donde dos padres treintañeros fueron detenidos por la muerte de su bebé de 18 meses cuya autopsia determinó que había fallecido por malnutrición.
Según informaciones oficiales, los padres, que son veganos, sólo alimentaban al pequeño con frutas y verduras crudas. De hecho, el niño sólo recibió leche materna durante una semana y nada de alimento sólido, pese a su débil estado.
Los servicios de emergencias recibieron la llamada de los propios padres el pasado 27 de septiembre, cuando los detenidos alertaron de que el pequeño se encontraba sin respiración y muy frío.
Una vez interrogados por la Policía, la madre explicó que tanto ella como su marido son veganos y que sólo comen frutas y verduras crudas. También contó que el pequeño nunca había sido visto por un médico y que, de hecho, nació en casa.
La madrugada de su muerte, la madre asegura que amamantó a su hijo durante aproximadamente un minuto antes de que comenzara a respirar con dificultad. En lugar de telefonear a los servicios médicos, explica, se fue a dormir con su marido.
En la autopsia, los forenses vieron que el pequeño pesaba apenas 7 kilos, el peso correspondiente al de un bebé de siete meses y no de 18, como era su caso.
Cuando los policías llegaron a la casa, los padres se encontraban con otros tres niños, dos de la pareja y otro de la madre y cuyo padre vive en Virginia.
Según los investigadores, los dos menores de la pareja fueron descritos como “extremadamente pequeños” para su edad (3 y 5 años) mientras que el tercero tenía mejor aspecto.
Las autoridades sanitarias recuerdan que la dieta vegana o vegetariana es saludable para los bebés y los niños, pero que los padres deben asegurarse siempre de que los pequeños reciben los suficientes nutrientes y calorías. En caso de no ser así, deben acudir a profesionales de la nutrición para que les suministren suplementos alimenticios.
Aunque trataron de reanimarle, los sanitarios sólo pudieron confirmar la muerte del niño.