Cada vez más personas inician negocios por su cuenta en España. No obstante, obtener financiamiento para un proyecto no siempre es fácil y puede tener un impacto significativo en el presupuesto y la salud financiera de la empresa.
Afortunadamente, se están desarrollando cada vez más alternativas para encontrar fondos para dar sustento a nuevas ideas, lo que permite a los emprendedores explorar diferentes opciones según las necesidades específicas de su negocio. Repasamos algunas de las formas más comunes de obtención de capital.
Préstamos bancarios
El préstamo bancario es la forma más tradicional de financiación de las empresas. Puede ser a través de un préstamo corporativo o de un crédito personal, para el caso de autónomos y empresas pequeñas.
Los sitios web de comparadores de préstamos en línea son una herramienta conveniente para estos casos. Permiten contrastar diversas opciones, considerando diferentes condiciones y filtros personalizados. En sitios como Better Compared España es posible obtener información sobre los requisitos de elegibilidad para cada opción, lo que permite determinar si es una opción conveniente para cada situación.
Estas plataformas facilitan la comparación de términos y condiciones de distintos préstamos, así como los costos y tarifas asociados a cada uno. Así, ayudan a las personas a evaluar si los préstamos son una alternativa viable para su situación financiera particular.
En resumen, tomar un crédito no es una tarea sencilla y por ese motivo muchas personas buscan reunir la mayor cantidad de información posible antes de tomar una decisión que los comprometa al pago de cuotas durante meses o incluso años.
Incubadoras de “Startups”
Una incubadora es una organización que brinda apoyo y asistencia durante la fase inicial de desarrollo de un nuevo negocio, también conocido como “Startup”. El objetivo principal de la alianza es impulsar la creación y el crecimiento de empresas emergentes, proporcionando recursos técnicos, financieros y legales necesarios.
Suelen ser respaldadas y financiadas por empresas privadas, entidades públicas o universidades. En general, hay que tener una muy buena idea para recibir la ayuda de una incubadora, ya que es necesario superar a otros candidatos en el proceso de selección.
Las incubadoras ofrecen una amplia gama de servicios para ayudar a las startups a tener éxito. Entre éstos se incluyen ayudas para la búsqueda de financiamiento, definición del modelo de negocio, investigación de mercados, marketing, asesoría legal o capacitaciones, entre otros.
Están presentes en las fases iniciales del negocio y dan un apoyo importante para estructurar la idea y darle vida a la startup. Rara vez este acompañamiento continúa en el tiempo, ya que su finalidad es justamente ayudar en los primeros pasos.
Crowdfunding
El micromecenazgo o ‘crowdfunding’ es una forma colaborativa y colectiva de obtener fondos para un proyecto o una empresa.
En esencia, es una herramienta que conecta a emprendedores que necesitan financiamiento con pequeños inversores que desean respaldar la empresa. Por lo general, estos procesos se llevan a cabo en línea a través de plataformas donde se describen los detalles del proyecto, la cantidad necesaria de fondos, los beneficios para los inversores, entre otros aspectos.
Suele ser una estrategia muy efectiva. Uno de los casos de éxito más resonantes es Ethereum, la empresa de criptomonedas que nació de una campaña de crowdfunding de sus fundadores.
Subvenciones y ayudas públicas
En España existen múltiples ayudas para PyMEs vinculadas a fondos estatales y europeos. Sin ir más lejos, se prevén inversiones por 4.894 millones de euros derivados de los fondos Next Generation de la Unión Europea.
El proceso para obtener ayudas suele ser más largo y burocrático que el de la banca privada. Sin embargo, son préstamos subvencionados con mejores tasas y plazos más largos. En algunos casos, se trata de fondos de recuperación que no es necesario devolver.
Las ayudas públicas son una buena opción para las pequeñas y medianas empresas orientadas a la economía digital y a la transición ecológica, ya que estos dos sectores son generalmente prioritarios en la asignación de partidas.