En la autoescuela le enseñaron que cualquier línea o marca trazada en el asfalto indica que se deben cumplir ciertas reglas, como ceder o detenerse. Sin embargo, las rayas en la carretera también representan una serie de obligaciones que debes cumplir, pero en muchos casos se han violado de manera flagrante. Por tal motivo, la DGT se prepara para una serie de sanciones por no respetar estas señales.
Uno de los casos más comunes es que los conductores rebasen una línea continua de separación entre carriles. Un hecho que está absolutamente prohibido —salvo algunas excepciones muy puntuales— y que la DGT sanciona con dureza porque rebasar estas rayas puede suponer que se provoque una situación de peligro para usted mismo o para el resto de los usuarios de la vía.
Las multas, eso sí, varían en el código de circulación de Tráfico en función de la acción que realice cada conductor. Por ejemplo, imagine que conduce por una carretera de doble sentido y, en algún momento, tiene que girar a la izquierda, pero se da cuenta de que no hay una línea discontinua que se lo permita. En su lugar, hay pintada una línea continua, pero usted decide saltársela para acometer el giro a la izquierda.