«¿Hay vida en Marte?» es una pregunta que ha desconcertado tanto a astrobiólogos como a David Bowie. Mientras el músico imaginaba una extraña colección de arácnidos en el Planeta Rojo, los científicos de la NASA están obsesionados con encontrar evidencia de vida microbiana que alguna vez pudo haber florecido en Marte. Esta obsesión ha llevado a la agencia espacial a gastar más de 5 mil millones de dólares en enviar dos robots exploradores, Curiosity y Perseverance, a la superficie marciana con esta misión en mente.
Uno de estos exploradores, Perseverance, podría haber descubierto una de las pruebas más convincentes de la existencia pasada de vida microbiana en Marte. Ubicada en una roca con forma de punta de flecha de un metro de largo, apodada «Cheyava Falls», en el cráter Jezero, esta «pieza de evidencia» es en realidad una trilogía de puntos de datos que sugieren la presencia de vida microbiana en el pasado. La roca en cuestión presenta dos vetas verticales de sulfato de calcio formadas probablemente por agua, flanqueando una banda roja de roca llena de «manchas de leopardo».
La NASA ya había descubierto evidencia de agua en Marte en el pasado, pero es esta franja de roca la que aporta un nuevo significado a este hallazgo. Utilizando sus instrumentos SHERLOC (Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals) y PIXL (Planetary Instrument for X-Ray Lithochemistry), Perseverance determinó la existencia de compuestos orgánicos dentro de la roca. Las «manchas de leopardo» probablemente indican reacciones químicas que podrían haber suministrado energía a antiguos microbios marcianos.
Cada uno de estos descubrimientos por separado (la presencia de agua, compuestos orgánicos y reacciones químicas) ya sería notable, pero la NASA nunca había visto los tres en un solo lugar. Esto significa que la química geológica de las cataratas Cheyava es posiblemente la mejor pista hasta ahora de que Marte alguna vez albergó vida.
“Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora,” afirmó Ken Farley, científico del proyecto Perseverance de Caltech, en un comunicado de prensa de la NASA. “Hemos detectado por primera vez material orgánico, manchas de colores distintivas que indican reacciones químicas que la vida microbiana podría utilizar como fuente de energía y evidencia clara de que el agua, necesaria para la vida, alguna vez pasó a través de la roca.”
Marte abre la puerta a encontrar vida en otros planetas según la NASA
Este descubrimiento es particularmente emocionante, pero no es el primer hallazgo marciano que ha generado un considerable revuelo. A principios de este año, científicos que estudiaban un análisis de suelo de 2017 de la misión Curiosity en el cráter Gale encontraron una gran cantidad de manganeso en el suelo, algo que generalmente requiere la presencia de oxígeno y microbios. Sin embargo, estos descubrimientos vienen con advertencias.
En el caso de Curiosity, se sabe muy poco sobre el proceso de oxidación en Marte como para estar seguros de la existencia de microbios en el cráter Gale, y el nuevo hallazgo de Perseverance también es objeto de escrutinio científico. La presencia de cristales de olivino de tamaño milimétrico, un mineral que se forma a partir del magma, sugiere que la actividad volcánica pasada pudo producir este fenómeno geológico sin depender de microbios.
“Hemos atacado esa roca con láseres y rayos X y hemos obtenido imágenes de ella desde casi todos los ángulos imaginables,” dijo Farley. “Científicamente, Perseverance no tiene nada más que ofrecer. Para comprender completamente lo que realmente sucedió en ese valle fluvial marciano en el cráter Jezero hace miles de millones de años, querríamos traer la muestra de Cheyava Falls de regreso a la Tierra, para poder estudiarla con los poderosos instrumentos disponibles en los laboratorios.”
El «geólogo de seis ruedas,» como lo llama la NASA, no contiene un laboratorio a bordo como su rover hermano, Curiosity. Pero esto es una característica, no un defecto. La NASA diseñó originalmente Perseverance para que fuera una misión de recuperación de muestras, lo que significa que la agencia espacial enviaría una nave espacial adicional para recuperar las muestras de Perseverance y traerlas de regreso a la Tierra para estudiarlas más a fondo.
Sin embargo, con los costos de tal misión acercándose a los 11 mil millones de dólares, la posibilidad de traer muestras de esta maravilla geológica marciana ahora está en duda, al igual que la posibilidad de comprender definitivamente si alguna vez hubo vida microbiana en Marte.
A medida que los científicos continúan analizando los datos y explorando nuevas regiones de Marte, la esperanza de descubrir pruebas concluyentes de vida pasada sigue viva. La investigación en Marte no solo arroja luz sobre la historia del planeta, sino que también amplía nuestra comprensión del potencial de vida en otros lugares del universo. Cada descubrimiento, desde la detección de agua hasta la identificación de compuestos orgánicos, nos acerca un paso más a responder la eterna pregunta: ¿Hay vida en Marte?