Las Palmas de Gran Canaria tiene como objetivo convertirse en una ciudad más accesible e inclusiva, a través de la transformación urbanística que conlleva la implantación de la MetroGuagua. Este cambio implica acabar con los desniveles y las barreras arquitectónicas de las vías.
El concejal de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez, junto al concejal de Urbanismo, Javier Doreste, desde el Observatorio de Movilidad trabajan en este objetivo y cuentan para ello con las recomendaciones de los usuarios con necesidades específicas.
El Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de la comunidad autónoma de Canarias (CERMI), ha realizado ya pruebas en algunas de las obras que se están llevando a cabo para el paso de la MetroGuagua con el fin de aportar soluciones para la accesibilidad.
Entre las medidas propuestas y que se llevarán a cabo para facilitar el acceso al nuevo sistema de transporte público, el Bus de Rapid Transit (BRT), destacan la diferenciación cromática para distinguir la zona de rodadura de la zona de tránsito peatonal, así como la eliminación de bordillos.
“Desde la concejalía de Movilidad trabajamos para que todos los vecinos tengan una movilidad accesible, fácil y que ello repercuta en un entorno amable y con unos vehículos que coloquen a la ciudad en el lugar que debe estar en materia de movilidad”, asegura José Eduardo Ramírez.
El objetivo final es que el proyecto de la MetroGuagua obtenga el Certificado de Accesibilidad Universal UNE 170001, que garantiza que una acción tan simple como desplazarse por la ciudad pueda desarrollarse por cualquier usuario sin que se encuentre con ningún tipo de barrera.