Buscar evidencia por los científicos de civilizaciones tecnológicas extraterrestres ha sido una fascinación de largo plazo para los astrónomos y científicos de todo el mundo. Existen varias estrategias para esta búsqueda: una es estar atentos a intentos deliberados de comunicación por parte de estas civilizaciones, como transmisiones de radio. Otra consiste en buscar señales de visitas al sistema solar. La tercera opción, que un equipo de astrónomos ha adoptado recientemente, es buscar señales de proyectos de ingeniería a gran escala en el espacio, como las esferas Dyson. Este enfoque ha llevado al descubrimiento de siete posibles candidatos a megaestructuras alienígenas, un hallazgo publicado en la revista «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society».
El estudio de estos científicos se centra en identificar «bichos raros» entre las estrellas, objetos que podrían ser indicativos de megaestructuras construidas por civilizaciones avanzadas. Los siete candidatos identificados, situados a unos 1.000 años luz de la Tierra, son «enanas M», una clase de estrellas más pequeñas y menos brillantes que el Sol.
Las esferas Dyson según los científicos, son propuestas por primera vez por el físico y científico Freeman Dyson en 1960, son una teoría sobre cómo una civilización avanzada podría aprovechar la energía de una estrella. Imaginadas como una colección de colectores de energía, fábricas y hábitats que rodearían una estrella, estas megaestructuras tendrían una firma observable en forma de un exceso significativo de radiación infrarroja. Esta firma se debe a que las estructuras absorberían la luz visible de la estrella, pero no podrían utilizar toda la energía, liberando el exceso en forma de luz infrarroja.
Los científicos señalan las posibles esferas de Dyson con vida extraterrestre
Sin embargo, esta luz infrarroja también puede ser señal de otros fenómenos, como discos de gas y polvo o discos de cometas. Los siete candidatos no parecen ajustarse bien a los modelos de discos, lo que aumenta su interés como posibles megaestructuras según los científicos.
Es importante considerar otra característica de las esferas Dyson: la disminución de la luz visible de la estrella a medida que la estructura pasa frente a ella. Este fenómeno ya se ha observado anteriormente en el caso de la estrella de Tabby, o KIC 8462852, que mostró caídas inusuales en su luz, lo que llevó a especulaciones sobre la existencia de una megaestructura alienígena. Aunque esta teoría no ha sido confirmada y existen explicaciones naturales alternativas, sigue siendo una observación intrigante.
Es posible que las esferas Dyson ni siquiera existan. Freeman Dyson postuló que las civilizaciones avanzadas tendrían enormes necesidades de energía. El astrónomo Nikolai Kardashev también propuso una escala basada en el consumo de energía para clasificar el avance de las civilizaciones. En la década de 1960, tenía sentido suponer que el uso de energía seguiría aumentando exponencialmente. Sin embargo, en los últimos 50 años, el crecimiento del uso global de energía ha sido más lento, especialmente en la última década.
La eficiencia, la miniaturización y las nanotecnologías prometen un uso de energía mucho menor. La idea de construir una esfera Dyson parece menos probable cuando se consideran estos avances tecnológicos y científicos. Además, para recolectar el 10% de la energía del Sol a la distancia entre la Tierra y el Sol, se necesitaría una superficie igual a mil millones de Tierras. Si una civilización avanzadísima pudiera construir una estructura con solo 10 kilómetros de grosor, necesitaría alrededor de un millón de Tierras de material. Dado que el sistema solar solo contiene aproximadamente 100 Tierras de material sólido, esta civilización tendría que desmantelar planetas en 10.000 sistemas planetarios para construir su esfera Dyson.
Incluso suponiendo que una civilización extraterrestre avanzada pudiera realizar tal hazaña para los científicos, parecería más probable que encontraran una manera más eficiente de obtener energía sin necesidad de construir una megaestructura alrededor de una estrella. Aunque las esferas Dyson son una teoría intrigante, puede haber otras formas de obtener energía que una civilización avanzada podría descubrir y utilizar.
La búsqueda de civilizaciones tecnológicas extraterrestres por científicos sigue siendo un campo de estudio fascinante y lleno de posibilidades. La identificación de posibles megaestructuras como las esferas Dyson es solo una parte de esta búsqueda. Aunque la existencia de tales estructuras es incierta, el estudio y la observación continúan proporcionando valiosos conocimientos sobre el universo y las posibilidades de vida más allá de nuestro planeta. La ciencia y la tecnología seguirán avanzando, y con ello, nuestra comprensión del cosmos y de las potenciales civilizaciones que puedan habitarlo.