La Real Federación Española de Atletismo garantiza la igualdad efectiva de hombres y mujeres como uno de sus principios básicos de actuación. Todas las competiciones organizadas bajo su paraguas cumplen con esta norma, sin embargo aún hoy existen organizaciones que no lo llevan a la práctica. Es el caso de la Maratón de Tenerife, celebrada el pasado fin de semana en Santa Cruz. María Mercedes Pila, que resultó campeona de la distancia maratón, modalidad en la que logró el récord de la prueba, acusa a los organizadores del evento de trato discriminatorio al no querer abonarles el premio en metálico por haber logrado el mejor registro femenino de los 42 km.
La española de origen ecuatoriano fue la gran dominadora de la prueba reina, rebajando en más de seis minutos la anterior plusmarca del Maratón de Tenerife y coronándose como campeona de España. Por lo tanto tenía que recibir el premio en metálico por haber ganado la prueba y por haber logrado el mejor registro histórico. La desagradable sorpresa para la corredora, afincada en Extremadura, fue cuando la organización le negó el segundo premio, pero sí que se lo entregó al ganador masculino. “Cuando llegué a meta me pusieron la cinta del récord y le pregunté a uno de los organizadores si me daban el premio en metálico. Me contestó que sí, pero tras las entrega de trofeos veo que solo el chico rellenó la hoja del récord. Pregunté por el premio femenino y me contestaron que no había, que solo había para el ganador masculino. Me quedé flipando y le pregunté si sabía lo que estaba diciendo. Me contestaron que así estaba en el reglamento y me tuve que ir indignada. Luego mi esposo envió un correo al Ayuntamiento de Santa Cruz y se pusieron en contacto conmigo. Me dijeron que se habían hablado con los organizadores para que cambiasen el reglamento y para confirmarme que me iban a pagar el premio”, explica en exclusiva a DIARIO DE AVISOS la corredora, quien acusa a la organización de no tratarla correctamente: “Los organizadores me trataron mal. Yo sentí un maltrato y se portaron muy groseros. Son personas muy autoritarias. No espero que me pidan disculpas y si lo hacen es por obligación, por alguien que les llame la atención o por no quedar mal”, asegura.
La corredora considera, además, que todo este asunto desagradable también tiene que ver con su procedencia. “Me ven cara de latina, morena e indígena y dirán: seguro que no reclamará. Si fuera una rubia de piernas infinitas, sería diferente”.
Gracias a las gestiones hechas por la concejalía de Deportes, encabezada por Alicia Cebrián, a María Mercedes se le pagará el premio obtenido, pero se desconoce si la organización será castigada.