El martes 13 tiene mala fama porque se considera un día de mala suerte. Esta creencia se debe a una combinación de factores históricos y culturales. En la mitología nórdica, el martes es el día consagrado a Týr, el dios de la guerra, y 13 es un número considerado desafortunado en muchas culturas. En la tradición cristiana, el martes 13 es el día en que se produjo la última cena y la traición de Judas, lo que ha contribuido a su mala reputación.
Además de estas influencias culturales, la creencia en el martes 13 como un día de mala suerte también puede tener una base psicológica. La fobia al martes 13, también conocida como triscaidecafobia, es un trastorno de ansiedad que afecta a un pequeño porcentaje de la población. Estas personas experimentan un miedo intenso al martes 13 y pueden evitar realizar actividades importantes en ese día por temor a sufrir algún desafortunado suceso.
A pesar de su mala reputación, el martes 13 no es necesariamente un día más peligroso o desafortunado que cualquier otro. En realidad, la mayoría de las personas pasan el día sin incidentes y, en general, la vida sigue su curso normal. Por lo tanto, si te toca vivir un martes 13, no hay necesidad de preocuparse excesivamente ni de cambiar tus planes por temor a la mala suerte. Simplemente disfruta del día como cualquier otro.