Un enigmático mensaje transmitido desde Marte y desde el ExoMars Trace Gas Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha captado la atención de científicos y aficionados. Aunque el mensaje no proviene realmente de extraterrestres, fue diseñado para imitar la complejidad de una señal alienígena con el fin de simular cómo la humanidad podría reaccionar si algún día recibiera una comunicación auténtica desde el espacio.
Este mensaje fue interceptado por tres observatorios de radio en la Tierra en mayo de 2023, y su desciframiento ha sido un esfuerzo colectivo que culminó en un éxito inesperado, gracias al esfuerzo de Ken y Keli Chaffin, un equipo formado por padre e hija, quienes lograron interpretar la señal después de un año de intentos.
El proyecto, titulado «Una señal en el espacio», no solo es una simulación científica, sino que también es un experimento artístico y social encabezado por la fundadora Daniela de Paulis. Su objetivo es explorar cómo podría reaccionar la humanidad ante una señal extraterrestre y examinar el impacto cultural, científico y psicológico que esto tendría en las personas. Durante los primeros días, una comunidad en línea logró extraer el mensaje del flujo de datos transmitido, pero descifrar su significado se convirtió en una tarea mucho más ardua, prolongándose durante meses.
Finalmente, el pasado 7 de junio de 2024, los Chaffin lograron desentrañar la clave del mensaje, notificando a De Paulis de su descubrimiento. La ESA reconoció públicamente este logro en octubre, destacando la colaboración sin precedentes entre científicos ciudadanos, ingenieros y artistas.
El contenido del mensaje descifrado resultó ser sorprendentemente biológico: una imagen de la estructura de cinco aminoácidos, los componentes esenciales de las proteínas. Estos bloques moleculares son fundamentales para la vida tal como la conocemos en la Tierra, lo que sugiere que cualquier mensaje extraterrestre podría implicar un intento de comunicación en un lenguaje biológico básico, comprensible para cualquier civilización avanzada.
La inclusión de aminoácidos en el mensaje de esta simulación no solo ha captado la atención de la comunidad científica, sino que también ha despertado el interés de los astrobiólogos, quienes se preguntan si este tipo de señal podría ser una representación de vida en Marte u otro planeta.
Los científicos estudian ahora esta señal de Marte para descifrar que es
El proyecto recibió apoyo del Instituto SETI y del Observatorio Green Bank, organizaciones dedicadas a la búsqueda de inteligencia extraterrestre y la exploración en Marte y del cosmos. A través de la plataforma de chat Discord, científicos ciudadanos y entusiastas de todo el mundo se han sumado al debate sobre el significado del mensaje, especulando sobre lo que los supuestos extraterrestres estarían intentando comunicar al enviar una representación de aminoácidos. Los aminoácidos, conocidos por ser esenciales en la biología terrestre, han hecho surgir teorías sobre la posibilidad de que cualquier vida alienígena pudiera haber intentado un mensaje basado en un lenguaje biológico universal.
Los aminoácidos no solo son estructuras orgánicas comunes en la Tierra o en Marte, sino que también se han detectado en meteoritos y en nubes de polvo interestelar, lo que sugiere que podrían ser comunes en otros planetas y sistemas estelares. Al diseñar el mensaje con aminoácidos, el equipo detrás de «Una señal en el espacio» podría estar indicando una estrategia para la comunicación biológica que no dependa del lenguaje humano, sino de un «código» químico comprensible para cualquier civilización con conocimientos avanzados de biología molecular.
Los Chaffin, que dedicaron meses a estudiar simulaciones por computadora, fueron los primeros en captar esta interpretación biológica en el mensaje, lo cual subraya la importancia del enfoque interdisciplinario en este tipo de investigaciones.
Este mensaje ha desencadenado preguntas de gran calado filosófico y científico sobre Marte y entre los participantes en el proyecto, y la especulación sobre el posible propósito de una civilización extraterrestre al enviar información relacionada con la biología ha llevado a muchos a reflexionar sobre las intenciones de tales mensajeros.
¿Podrían los extraterrestres estar ofreciendo desde Marte una especie de código universal para la vida? ¿Es una invitación a la colaboración, un saludo, o quizás una advertencia? La complejidad de estas preguntas ha llevado a la comunidad de científicos ciudadanos a considerar todas las posibilidades en los debates en Discord, donde intentan desentrañar cada símbolo y posible significado de los aminoácidos representados en el mensaje.
Si bien la simulación en el marco de «Una señal en el espacio» fue ideada como un ejercicio de ciencia ciudadana, sus implicaciones no son menos relevantes para las investigaciones actuales sobre la vida en Marte y otros planetas.
La NASA y la ESA han encontrado posibles indicios de moléculas orgánicas en el suelo marciano y en las lunas de Júpiter y Saturno, lo que lleva a los científicos a suponer que los aminoácidos podrían estar presentes en múltiples puntos de nuestro sistema solar. La representación de estos elementos en el mensaje simulado añade un nivel de realismo que motiva la reflexión sobre cómo podríamos interpretar una verdadera señal biológica desde Marte u otro planeta habitado.
Además, en el marco de los estudios de exobiología y astrobiología en Marte, la posibilidad de que una civilización avanzada opte por representar aminoácidos sugiere que las formas de vida más primitivas y universales son la clave para la comunicación interestelar. La ciencia ficción ha especulado durante mucho tiempo sobre cómo los extraterrestres se comunicarían con la humanidad, y este proyecto proporciona una base científica sobre la cual se podrían interpretar verdaderas señales en el futuro.
El hecho de que el mensaje simulado haya incluido componentes básicos de la vida en Marte, más que un lenguaje matemático o tecnológico, refuerza la teoría de que un «lenguaje universal» basado en la química sería la mejor manera de transcender las barreras de tiempo, distancia y cultura.
Para muchos participantes, el descubrimiento plantea la pregunta de si una civilización extraterrestre avanzaría con un enfoque amistoso o si cualquier intento de comunicación debería recibirse con precaución. En el pasado, los científicos han debatido intensamente sobre la posibilidad de que una señal desde Marte o cualquier otro planeta represente un intento de comunicación pacífica o si podría ocultar intenciones más oscuras en Marte. Aunque «Una señal en el espacio» fue solo un ejercicio, las complejidades de descifrar el mensaje y entender su propósito aportan una visión invaluable para la humanidad, que sigue explorando la posibilidad de que no estamos solos en el universo.
El éxito de este proyecto demuestra que la combinación de ciencia ciudadana y colaboraciones interdisciplinarias puede ser poderosa en la exploración del espacio y en la preparación para posibles eventos de contacto. Además, iniciativas como esta ponen en evidencia que la respuesta de la humanidad ante un verdadero mensaje extraterrestre dependerá no solo de los científicos y astrónomos, sino también de un esfuerzo colectivo y global y su estudio en Marte.