La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un matrimonio a un año de cárcel cada uno, a pagar 3.500 euros y a devolver los 56.500 euros más intereses que robaron mediante engaños a un familiar suyo que padece una discapacidad intelectual.
Según los hechos probados durante el juicio, el día siguiente de haber fallecido la madre de la víctima, el primo de ésta le propuso abrir una cuenta a su nombre pero con el acusado también autorizado. El acusado era consciente de que su familiar tiene una minusvalía del 68%.
Aprovechando la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba la víctima tras la muerte de su madre, el condenado le convenció de que transfiriera 60.000 euros de la cuenta que tenía con su madre a la nueva cuenta, dando lugar a que ambos acusados comenzaran a disponer del dinero. Entre el 8 de julio y el 21 de julio de 2016, los acusados sustrajeron un total de 56.500 euros.
La Audiencia considera probado que el condenado aprovechó la situación de especial vulnerabilidad de la víctima, debido a su incapacidad y necesidad de cuidados y protección, para cometer el delito de estafa. Los acusados admitieron ser autores del delito y aceptaron la pena impuesta.