La palmera canaria, Phoenix canariensis o palma fénix es una especie endémica de las Islas que ha llegado a formar parte de una de las estampas más famosas a nivel global, la avenida de palmeras de California. Debido a su fácil y rápido crecimiento, así como su majestuosidad y grandeza, este símbolo natural del Archipiélago se ha convertido en uno de los árboles más populares en distintas partes del mundo.
La cuenta @FenixCanarias de Twitter nos lanza una pregunta… ¿Por qué y cómo ha llegado la palmera canaria a sitios como la costa azul francesa o California?
En uno de los tweets expone que el primer registro de una palmera canaria en Niza corresponde al año 1864, “cuando el vizconde Joseph de Vigier adquirió tres ejemplares para plantarlos en el jardín de su palacio”. No obstante, en otras investigaciones se ha extraído que el primer documento que existe sobre la palmera canaria fuera de las Islas procede de Noruega, pues el botánico noruego Christen Smith recolectó semillas durante un viaje a Canarias en 1815 y las plantó en el jardín botánico de Oslo.
Así bien, el hilo comienza explicando por qué se puso tan de moda la costa que abarca desde el sur de Francia hasta Italia, y es que, a finales del siglo XVIII las clases adineradas iban a bañarse en el mar con fines terapéuticos, pero no querían “sufrir las inclemencias de los mares del norte” y “coincidiendo con la época de la belle époque la palmera canaria se extendió rápidamente por toda la Costa Azul francesa”.
A partir de este momento la palmera canaria se consolida como símbolo de elegancia y lujo, a la vez que Niza está en auge, convirtiéndose en la ciudad con mayor crecimiento de Europa.
Pero, ¿cómo llega de Europa a Estados Unidos? Este éxito en países europeos “atrajo el interés de acaudalados empresarios de Estados Unidos que empezaron a incorporar la palmera canaria en las nuevas mansiones y hoteles construidos durante la llamada época dorada (1878-1889)”, explica @FenixCanarias.
De este modo, esta especie arbórea endémica de Canarias comenzó a ser la favorita para engalanar las avenidas y parques estadounidenses, como “la famosa avenida Palm Drive en California”. Y es que, en la zona de Los Ángeles, la única especie nativa es la Washingtonia filifera, la palmera de abanico de California, que convive con las esbeltas palmeras de abanico mexicanas y la Phoenix canariensis o palmera canaria.
Sin duda, tenemos un tesoro que debemos cuidar. Tanto es así que distintos lugares del mundo han querido decorar sus paisajes con la palmera canaria, pues su exuberancia y abundante follaje dan lugar a una “conexión visual con tierras exóticas”.